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ROSA DE LA FUENTE
Sábado, 4 de octubre 2008, 04:46
"La letra con sangre entra" es un estribillo que hacía referencia a un modelo educativo de una determinada época. Bofetadas, collejas y castigos severos eran algunos de los métodos expeditivos empleados por los profesores y algunos padres. Pero aquella violencia se erradicó con el paso del tiempo, aunque algunos escolares siguen siendo víctimas de malos tratos en la actualidad en casos aislados.
Un niño ecuatoriano de 12 años fue golpeado y zarandeado por su padre en el barrio de Tres Forques en Valencia. Los hechos ocurrieron sobre las 20 horas del jueves en una humilde vivienda. El padre de familia recriminó a su hijo porque no había resuelto bien unos ejercicios de matemáticas.
La regañina por los deberes subió de tono y se produjo una discusión que acabó con un par de bofetadas. La agresión fue presenciada por una adolescente de 14 años, hermana del niño golpeado, que también se encontraba en la casa.
Tras la violenta reacción de su padre, la chica se asustó y acudió a la central de la Policía Local de Valencia, situada a escasos metros del domicilio familiar, y pidió que enviaran una patrulla a su piso.
La menor explicó a un policía que su hermano pequeño estaba siendo golpeado por su padre, por lo que dos agentes se desplazaron con urgencia a la dirección indicada por la adolescente. Al lugar también acudió una patrulla de la Policía Nacional.
Arañazos y un hematoma
Los agentes comprobaron que el niño de 12 años tenía arañazos recientes en su brazo derecho y un hematoma en la cara junto al ojo izquierdo. Ante tales evidencias de malos tratos y el testimonio de la chica de 14 años, la Policía Nacional detuvo al padre de los menores por un presunto delito de malos tratos.
Mientras el agresor era conducido en un coche patrulla a la Jefatura Superior de Policía de Valencia, la Policía Local trasladó a los dos niños al Hospital General para que fueran sometidos a un reconocimiento médico.
Una hora más tarde llegó al domicilio familiar la madre de los menores y esposa del detenido. La mujer se asustó al comprobar que no había nadie en la casa.
Tras ser informada de los hechos por un primo, la ciudadana ecuatoriana se hizo cargo de sus dos hijos y explicó a la policía que su marido no es un hombre violento.
"No sé lo que ha podido pasar, pero mi esposo no es una persona violenta", afirmó la mujer con el rostro cariacontecido. "Nunca me ha pegado y tampoco maltrata a sus hijos", añadió.
La vecina del barrio de Tres Forques explicó a LAS PROVINCIAS que el episodio de violencia que tuvo lugar en su hogar es un hecho aislado. La mujer insistió en que su marido no es un maltratador. "No entiendo su reacción violenta porque nunca había hecho algo así. Quizás, por eso, mi hija se asustó y acudió a la policía."
La esposa del detenido también señaló que la familia tiene problemas económicos a pesar de que ella y su marido trabajan en un matadero.
"La crisis nos afecta como a otras muchas personas, y estamos más agobiados de lo normal, pero eso no es motivo para pegar a un hijo", aseveró.
sucesos@lasprovincias.es
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