Un rey de personalidad controvertida

El rey Jaime I el Conquistador, según los historiadores, tuvo una tortuosa infancia que vivió al límite de sus posibilidades, luchó en numerosas guerras, fue padre de diez hijos legítimos y cuatro bastardos y fue excomulgado por el Papa en dos ocasiones. Toda una personalidad controvertida, aunque con treinta años fue capaz de liderar sus ejércitos para reconquistar el reino musulmán de Valencia, al que dotó con leyes propias, Els Furs, diferenciados del resto de los pueblos de la corona de Aragón. El esperado heredero de la corona de Aragón nace un 2 de febrero de 1208, tras cuatro años de matrimonio de Pedro II y María de Montpellier; efemérides que celebra este año la Comunitat Valenciana. Sin embargo, el nacimiento del futuro rey Jaime está rodeado de una serie de acontecimientos curiosos dado por las aventuras extramaritales del rey Pedro II, Como relata la Crónica de Jaime I, en 1207 a raíz de una estancia de Pedro II en Montpellier, Guillem d'Alcalá propicia una reconciliación de los monarcas; reconciliación cuyo fruto es el rey Jaime. Toda una leyenda popular que recogen Bernat Desclot y Ramón Muntaner en sus crónicas. Así nació Jaime La tradición popular dice que los magnates de Montpellier convencen a la reina María para que ocupe el puesto de la amada del rey. Cuando Pedro II entró el su alcoba creyó que la que yacía en el lecho era la amada de quien era servidor y no su esposa, la reina. Así nació Jaime. Las curiosidades continúan una vez nacido el niño. La reina ordenó colocar doce velas del mismo tamaño y peso, adjudicando a cada una el nombre de un apóstol. Después de prometer que dará al niño el nombre de la vela que dure más, manda encenderlas al mismo tiempo. La vela que más dura es la que está dedicada a San Jaime. A los tres años de edad, el padre del pequeño lo entrega al Conde Montfort, en señal de paz, no sin antes pactar con él la manutención y la educación del niño; toda una estrategia del Pedro II que con esta acción evitaba que Monfort invadiese los territorios de Aragón. Jaime I se quedó huérfano a la edad de cinco años, circunstancia que propició que el papa Inocencio III lo liberase de su cautiverio en Monfort y fuese entregado a los templarios para que se hiciesen cargo de su educación. La mayor parte de su infancia la pasó con los monjes en el castillo de Monzón hasta que con 13 años contrajo matrimonio con Leonor de Castilla. Un rey que despierta pasiones Según los historiadores Trisot. Montaner y mas recientemente Soler y Godes, retratan a Jaime I como un hombre de imponente estatura con cabello rubio, tez clara y modales de caballero; características que despertaban pasiones en numerosa damas de la corte y fuera de ella. En el año 1229 repudió a su primera esposa, bajo el pretexto de consanguinidad pues los dos eran biznietos de Alfonso VII el Emperador, rey de Castilla y León, para contraer matrimonio, varios años más tarde, con la princesa Violante, hija del rey de Hungría con la que tuvo nueve hijos, cinco mujeres y cuatro hombres y que fue testigo de las capitulaciones de Valencia, firmadas en Ruzafa. El matrimonio duró hasta la muerte de la reina en 1251; año en que Jaime I inicia una larga carrera de conquistas. Sin embargo, sus escarceos amorosos se inician en 1228 con la condesa Aurembiax de Urgell a la que había nombrado su concubina oficial, cuando está en trámites su separación matrimonial con Leonor de Castilla, como relata Soler y Godes. Con Blanca d'Antillón, noble dama aragonesa, tuvo en 1242 un hijo llamado Ferran Sanxis de Castro. A esta dama le siguió Guilleuma de Cabrero, en 1250, y en 1265 aparece la noble Berenguela Alfonso. De todas estas damas la que más quiso, según sus propios palabras, fue Teresa Gil de Vidaure, hija del noble navarro Joan Vidaure, a la que abandonó cuando supo que estaba infectada de lepra. Esta decisión le costó al rey una excomunión, la segunda en su larga vida, cuando mandó cortar la lengua del Obispo de Gerona al creer que había contado en Roma su secreto de confesión. Jaime I murió a los 71 años, lo que le convierte en uno de los reyes más longevos de la edad media. Tuvo 14 hijos, de los cuales cuatro fueron ilegítimos. Sin embargo, fue un rey valiente, honorable y sensible. A todos sus hijos, sin distinción, les dejó herencia. Todos los años llegada la festividad del 9 d'Octubre los valencianos recuerdan la figura del rey Jaime I, con diversos actos, entre ellos, la procesión cívica de la Real Senyera que congrega a todo el pueblo. Este año se conmemora una efemérides importante, como es el 800 aniversario del nacimiento de un rey que tras la reconquista de Valencia otorgó al Reino de Valencia el Derecho Foral, aunque no fue hasta 1251 cuando Jaime I ordenó que todas las formas, usos y costumbres se sistematizaran en Els Furs. Dicho derecho estuvo vigente en el Reino de Valencia hasta su abolición en 1707.