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TONI BLASCO
Viernes, 10 de octubre 2008, 05:34
Las mujeres que ejercen la prostitución en las afueras del barrio de Nazaret han sufrido en los últimos años numerosas agresiones por parte de clientes descontentos, jóvenes xenófobos, vecinos molestos o simplemente gamberros. Disparos con rifles de perdigones, pedradas, bofetadas, insultos y amenazas. Las jóvenes africanas han sido víctimas de continuos ataques, aunque la mayoría de ellos sin graves consecuencias. Ofrecer servicios sexuales en plena calle conlleva un riesgo que estas meretrices asumen, pero eso no quiere decir que no se defiendan. Cansadas de tanta hostilidad, las prostitutas han inventado su propio plan de seguridad para ahuyentar a los agresores. Esta maquinación consiste en amontonar piedras y esconder palos cerca de la carretera del Río para utilizarlos como armas improvisadas en el caso de que alguna de las jóvenes sufra algún ataque. Así, un simple grito es la señal para que las meretrices acudan a tres o cuatro sitios para empuñar los objetos contundentes. Los agentes de la Policía Local que patrullan la zona han encontrado algunos de estos palos manchados de sangre tras ser utilizados en las últimas agresiones. Como ya informó LAS PROVINCIAS, un grupo de prostitutas africanas protagonizó el pasado día 7 de septiembre un grave incidente al propinar una paliza a un cliente. Apaleado por una muchedumbre Los hechos ocurrieron sobre las 3.50 horas de la madrugada de aquel domingo. Un hombre suramericano reclamó a una de las mujeres que le devolviera los 20 euros que momentos antes le había pagado por unos servicios sexuales. Tras escuchar las pretensiones del cliente descontento, la prostituta intentó retirarse, pero el individuo lo impidió al cogerla por el brazo. Una compañera acudió presta a defender a su compatriota. La mujer no se lo pensó dos veces y comenzó a gritar para llamar la atención de las restantes prostitutas, al tiempo que se armó con un palo y golpeó al cliente en la cabeza. En pocos instantes, unas veinte meretrices rodearon el coche de la víctima. Armadas con piedras y palos, las mujeres descargaron toda su furia contra el vehículo al grito de: "¡Matadlo, matadlo!" El turismo recibió un aluvión de piedras y golpes con palos que fracturaron dos de sus cristales y abollaron la carrocería. Una de las agresoras abrió la puerta del coche y sacó a rastras al cliente, que fue apedreado a corta distancia por las furiosas mujeres. Los golpes dejaron su cabeza llena de chichones. La salvación del hombre llegó cuando llegaron al lugar diez coches patrulla de la Policía Local. Al advertir la presencia policial, las prostitutas abandonaron al herido, magullado en el suelo, y huyeron a través de los campos. Los agentes lograron detener a ocho de las mujeres que presuntamente participaron en la agresión. La prostitución en las afueras del barrio de Nazaret ejercida por parte de inmigrantes africanas alcanza ya los niveles de miseria de otras ciudades como Madrid o Barcelona. A plena luz del día, las meretrices esperan clientes junto a la antigua carretera del Saler y los accesos a Pinedo. Esto ha generado las protestas de los vecinos de la zona que consideran que no es un buen ejemplo. sucesos@lasprovincias.es
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