El barco holandés practica un aborto a una menor sin consentimiento de sus padres

El barco de la ONG Woman on waves volvió ayer a aguas internacionales y practicó un aborto farmacológico a una menor de 18 años sin el consentimiento de sus padres, una condición que exige la legislación española pero no la holandesa, según informaron fuentes de la citada organización. Con esta acción, la ONG cerró su presencia en Valencia y partió a Holanda. La menor, que se encontraba embarazada de menos de seis semanas y media, conoció la existencia de esta posibilidad "a través de la televisión", apuntaron las mismas fuentes. El barco opera bajo bandera holandesa, por lo que para evitar la legislación española navega hasta aguas internacionales y realiza el tratamiento farmacológico. También apuntaron desde la organización que será la joven "quien decida si quiere compartir esta información con sus padres o no", y subrayaron que en España "muchas chicas se ven obligadas a abortar en clínicas ilegales porque creen que sus padres no aceptarían esta decisión". En opinión de la ONG, se trata de algo "sobre lo que hay que llamar la atención". A primera hora de la mañana representantes de esta iniciativa explicaron que no iba a haber más abortos, ya que las mujeres que habían acudido a informarse no cumplían los requisitos de plazo. Sin embargo, apuntaron que a última hora de la mañana recibieron la llamada de una mujer y finalmente decidieron salir. Era la segunda ocasión en la que el barco zarpaba hacia aguas internacionales desde el puerto de Valencia tras su llegada el jueves en medio de protestas y enfrentamientos con los gestores portuarios. El anterior desplazamiento tuvo lugar el viernes y en este caso fueron tres las mujeres que interrumpieron su gestación. Estaban embarazadas de menos de siete semanas para cumplir la legalidad holandesa y poder así realizar el aborto. La presencia de la embarcación en Valencia se enmarca en la campaña que la ONG Woman on Waves está llevando a cabo en distintos lugares del mundo y responde al objetivo de garantizar "el derecho a una educación sexual objetiva, la disponibilidad de anticonceptivos y un aborto legal y seguro", según representantes de la iniciativa. El conseller de Sanidad, Manuel Cervera, calificó ayer de "barbaridad" la actividad del barco abortista de la ONG y lamentó la "ostentación" realizada en torno a una actividad "ilegal". El responsable de Sanidad también señaló que es "lamentable que un problema de educación y de falta de información se solucione viniendo un barco extranjero, que pase unas millas para estar fuera del límite de las millas nacionales, que haga un tipo de cirugía absolutamente ilegal en nuestra Comunitat en algunos casos y que hagan de ello una ostentación". "Utilización de la mujer" María José Torres, coordinadora de Redmadre en Valencia, destacó ayer que con estas acciones "están cayendo en el utilitarismo total", ya que, en su opinión, suponen "la utilización de la mujer". A estas palabras añadió que tratándose de "una menor, ya me parece la atrocidad del siglo. Es el colmo". La representante de Redmadre considera que si "el fin que se pretende es ampliar la ley del aborto, es algo que primero se gana con los votos y luego en el parlamento, pero nunca a costa de vidas humanas". El barco fue recibido entre el aplauso de movimientos a favor y las críticas de grupos antiabortistas entre los que se econtraban representantes de jóvenes Provida y r hazteoir.org, que ha presentado denuncia contra la organización holandesa Women on Waves. En la denuncia, que se presentó el pasado miércoles, se argumenta que los abortos que se cometan en el barco "no pueden quedar impunes en territorio español" puesto que la captación -de las mujeres, en este caso- "precisa del previo atraque en el puerto de Valencia".