La Plataforma Salvem el Parc de Algemesí tiene 2.000 firmas en contra del proyecto del PP

(Sí, podemos). Éste podría ser perfectamente el lema que la oposición en el Ayuntamiento de Algemesí (PSPV-EU) y una plataforma vecinal están poniendo en práctica para que no se realice el proyecto de reforma del Parque Salvador Castell que el equipo de gobierno defiende a capa y espada y que tiene previsto acometer en breve. Pero la plataforma y los partidos de la oposición ya han recogido 2.000 firmas en contra de esta intervención y han forzado a que el equipo de gobierno convoque un pleno extraordinario para el próximo lunes, donde entre otros puntos, está la petición de que se convoque un referéndum para que los vecinos opinen sobre las intenciones del equipo de gobierno que preside Vicent García Mont. Este colectivo y la oposición también se han dirigido al Consell Valencià de Cultura para pedir "amparo y mediación" en este tema. Así, a su presidente Santiago Grisolía se le ha hecho llegar un dossier fotográfico de la primera zona del parque que se verá afectada. El otro punto del orden del día del pleno extraordinario hace referencia a la "paralización" del expediente administrativo de adjudicación de las obras de reforma del parque. Ciprià Teodoro ya manifestó que el PSPV, "durante sus 20 años de gobierno, ha realizado reformas en el parque para su mantenimiento, pero nunca se ha propuesto modificar totalmente su diseño". En el mismo tono se manifestó Pere Blanco, concejal de EU, quien denunció que la mayoría absoluta del PP "no les puede permitir actuar como una máquina arrasadora que despilfarra dinero público, aunque se consiga con subvenciones de la Diputación de Valencia, porque ese dinero es de todos". Además de solicitar la anulación del proyecto el PSPV presentó una moción para que se declarara Bien de Interés Local el Parque Salvador Castell, propuesta rechazada por el PP. El PP defiende el proyecto El concejal de Parques y Jardines, Antonio Saá, defendió la reforma argumentando una mayor seguridad para el peatón, el ahorro de agua, la mejora de la iluminación, la incorporación de un carril bici y la peatonalización de la zona. Para Saá, "el sentimiento hacia este lugar emblemático va a continuar, porque la zona de aguas se va a mantener pero adecuándola a las tecnologías que permiten el ahorro de agua". Además el concejal explicó que el polémico acceso de la plaza de Argentina a la calle Figueres "no va a ser un colador de coches, porque al convertir el parque en una zona peatonal, este acceso dará servicio a los vecinos de esta calle y al autobús de Alzira que realiza allí el cambio de sentido".