Los robos en chalés arrecian en invierno

Han sido fieles a su cita. Con el fin del verano, vuelve la Liga, la manga larga y la ropa de abrigo, y las oleadas de robos en los chalés. Es un fenómeno que se repite en los últimos años cuando llega el frío. Bandas organizadas asaltan por la noches las urbanizaciones de Camp de Túria y l'Horta sin que hasta ahora las fuerzas de seguridad hayan podido erradicarlas totalmente. Los amantes de lo ajeno aprovechan la noche y el descenso de población para entrar en las casas, estén o no sus dueños dentro. L'Eliana y San Antonio de Benagéber sufren en estos días este temporal de actos delictivos. La segunda localidad, según han reconocido fuentes municipales, ha sufrido cuatro asaltos en lo transcurrido de noviembre. "Un vecino llegaba a su casa y vio a unos desconocidos saltando el muro de un chalé", indicaba un residente de la urbanización Montesano, la zona de San Antonio de Benagéber más azotada por los atracos en viviendas. La semana pasada, como publicó LAS PROVINCIAS, hubo un asalto a un chalé de Montesol mientras sus dueños dormían. El perro de los propietarios se enfrentó a los intrusos y logró ahuyentarlos. Este intento de asalto en L'Eliana ni los cuatro que se han producido en San Antonio de Benagéber en los primeros diez días de noviembre son hechos aislados. Esta semana ha habido más incursiones nocturnas de ladrones en urbanizaciones de Camp de Túria. En la madrugada de ayer hubo asaltos en dos chalés de la urbanización Jaravilla, en término de La Pobla de Vallbona. Los malhechores se llevaron un Audi A3 y un BMW X3. En esta localidad, se han producido robos en un almacén de cebollas y en otro de pinturas. Recientemente, un vendedor de gafas fue asaltado a pleno día: unos ladrones entraron en su casa de la urbanización Maravisa y le robaron el dinero de una venta que acababa de cerrar. Ante esta oleada de hechos delictivos, los jefes de policía de las tres poblaciones tienen previsto reunirse hoy para tratar de coordinar acciones conjuntas. Además, los intendentes de los cuerpos de seguridad municipal quieren contar con el respaldo de la Guardia Civil. El cuerpo estatal, no obstante, ya ha tomado cartas en el asunto. Los accesos a las zonas más azotadas por los hurtos en chalés están siendo escenario de espectaculares dispositivos de vigilancia durante los últimos días. El viernes por la tarde, por ejemplo, había hasta cuatro patrullas de la Guardia Civil en las tres rotondas de la carretera de Ribarroja por las que se puede acceder a urbanizaciones de L'Eliana y San Antonio de Benagéber. Durante la madrugada tampoco es extraño cruzarse, tal y como pudo comprobar ayer este periódico en L'Eliana, con patrullas de la Benemérita por las calles de las urbanizaciones. Las policías locales de los dos municipios también han aumentado la vigilancia. El alcalde de Llíria sufre un robo Esto no ha sido óbice para que se produzcan intentos de asaltos, como ocurrió en la madrugada de ayer en la zona de la estación de metro de L'Eliana. Pero los robos e intentos de atracos no son exclusiva de este municipio, San Antonio y La Pobla. En Llíria se ha notado un repunte de hechos delictivos en las zonas rurales: pozos de riego y chalés diseminados. El propio alcalde, Manuel Izquierdo, ha sido víctima de los malhechores. "No se han llevado mucho, una minicadena, una plancha y una cafetera. Era gente que tenía hambre. Tengo una caseta, nada lujoso". En Ribarroja, fuentes municipales afirmaron que la situación no es alarmante, aunque sí reconocieron que se han producido asaltos. En Bétera, por el contrario, afirmaron que la situación es "cada vez más acuciante". Como en Llíria, las zonas más castigadas son las zonas agrícolas (pozos de riego principalmente) y los chalés aislados. Este tipo de actos delictivos suelen recrudecerse con la llegada del frío, aunque este año la situación parece más preocupante. Varios alcaldes de Camp de Túria vincularon ayer la oleada de asaltos con el inicio de la temporada de la naranja y el hecho de que muchos temporeros no tengan trabajo.