El alcalde de Yátova gasta su sueldo en contratar al único policía local que tiene el municipio

Un alcalde debe trabajar para su pueblo. Un lema que todas las primeras autoridades aplican, pero que en el caso de Yátova ha ido aún más lejos. Rafael Lisarde decidió que el sueldo que le correspondía por su cargo debería invertirse porque a él no le hacía falta. Buscó y encontró el destino apropiado, la contratación del único policía local con el que cuenta actualmente la localidad. La ley establece que una población no está obligada a disponer de agentes de la Policía Local si no alcanzan los 5.000 habitantes. Yátova, evidentemente, no cumple este objetivo. Sin embargo, Lisarde pensó que los más de dos millares de vecinos (2.123) que residen en la población merecían una mínima seguridad. Con el sueldo de la primera autoridad se realizaron los trámites para sacar la plaza y contratar al agente. La presencia de la policía concede algo de tranquilidad a la población, pero no es suficiente. "Solamente tenemos esta agente y no podemos tenerla las 24 horas en la calle todos los días. Bastantes horas hace ya en la semana de fiestas pero necesitamos soluciones", según manifestó el propio alcalde de Yátova. Y éstas no tardarán en llegar. El propio Lisarde explicó que ya están trabajando "en que los presupuestos contemplen la creación de una o dos plazas de auxiliares". Pero incluso aquí se nota la crisis. La intención de la corporación municipal era contar con dos nuevos agentes, "pero tenemos pocos fondos y no sabemos si al final vamos a poder conseguirlo, al menos se creará una", según señaló el alcalde, quien no duda que en el caso de que tuviera "más ingresos por licencias de obra seguro que una parte se dedicarían para tener más policías locales". Intranquilidad Pese a tratarse de una población pequeña, o tal vez precisamente por este motivo, en los últimos dos años se han producido numerosos atracos, robos en viviendas y camiones e incluso un asalto donde el ladrón retuvo a su víctima. Una serie de sucesos que generaron cierta intranquilidad y temor entre los residentes. El alcalde está, como sus vecinos, se mostró cauto ante la situación y reclama a la Delegación de Gobierno que los efectivos de la Guardia Civil "pasen más por la población, o al menos con más continuidad de lo que lo hacen en la actualidad". Hace dos veranos una serie de atracos por el método del tirón acabaron con dos mujeres heridas por sendas caídas. Finalmente se pudo atrapar al presunto autor, un joven de una localidad vecina. No se quedó ahí la cosa y a finales de marzo del año pasado una vecina vivió un angustioso momento cuando un encapuchado entró en la vivienda, la amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones y la ató mientras le robaba. El suceso conmocionó a la localidad, que reclamaba a gritos las soluciones. Después de una serie de robos, hace una semana se produjo la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del alcalde. En una misma noche los ladrones asaltaron, por cuarta vez en medio año, las instalaciones de la piscina municipal. Además de destrozar el bar y llevarse una freidora y un microondas, los asaltantes entraron dentro de un coche del 112 donde sustrajeron emisoras y herramientas. Lisarde aseguró que Yátova es una localidad en la que suelen estacionar numerosos camiones. Así, el alcalde afirmó que en esa misma noche los ladrones sustrajeron "gasóleo de los depósitos y también los GPS de los mismos". Y no aguantan más, la paciencia se ha agotado. Lisarde es consciente de que "por mucho que protestemos nunca nos hacen caso". Pero no por ello van a dejar de hacerlo. Tras el último robo en la piscina municipal "hemos enviado una carta a la Delegación de Gobierno pidiendo que haya más medios de la Guardia Civil en Yátova", señaló. En la población "de noche se oye un coche a mucha distancia, por lo que si hay ladrones estos pueden esconderse y seguir cuando haya pasado el vehículo", añadió la primera autoridad municipal.