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A. ESCRIVÁ
Domingo, 16 de noviembre 2008, 03:50
La falla de Corea está conmemorando durante este ejercicio sus 75 años de vida. Para celebrar sus Bodas de Diamante, sus integrantes, divididos en diferentes comisiones de trabajo, están preparando e inaugurando toda una serie de actividades variadas que arrancaron con la escenificación de los primeros años de existencia de esta falla en el Museu Faller. A lo largo de todo este ejercicio, van a realizar otras acciones, entre las que destacan una exposición fotográfica con material recopilado durante los últimos 75 años y otra con todo tipo de objetos relacionados con la fiestas: antiguos banderines, bandas de reinas, llibrets, bocetos de monumentos..., pertenecientes a la comisión. El 31 de enero, habrá una cena de gala a la que también se han invitado a todos los que de algún modo han pasado por esta comitiva. Y, uno de los actos más destacados de cada año es la presentación de las reinas. Este año "será más especial que nunca, porque vendrán antiguas reinas", explicó el presidente, Joan Martí Serra. Entre ellas, estará Encarna Serra, la primera que tuvo la falla en 1935. Entonces, "eran tiempos de República y no existía la palabra reina", recordaba Vicent Serralta. La comisión de Corea se ha distinguido siempre por la elaboración de sus llibrets. No en vano ha ganado gran cantidad de premios por ello. Artículos de opinión, de ensayo, de investigación histórica, de crítica, de denuncia, hechos en prosa, poética, verso, todo alrededor de la fiesta de las fallas. Todo el que tenía algo que decir ha sido invitado a hacerlo con libertad. Tres bloques, tres pilares sustentan año tras año las intenciones de sus integrantes: los artículos de opinión, la poesía y un monográfico. A mediados de 1934, el señor Garcia, viajante de comercio de Valencia, comenzó a animar a los vecinos y en las tiendas de la 'Bamba' y el 'Negre' para crear una falla. En Gandia y se hacían y ese barrio formaba parte de la ciudad, ¿...o no? Los festeros de la calle Sant Joan de Ribera se mostraron reticentes al principio pero finalmente se convencieron. Y en 1935 Batiste Serra 'El Negre', pintor conocido y abuelo del actual presidente, hizo el primer monumento. Su hija, Encarnación Serra, fue la primera 'belleza fallera' que tuvo la comisión y llevó en su estreno un bonito vestido blanco, largo, de hada. Fue tal el éxito, que siguió el ejercicio siguiente. La comisión ha sufrido varias etapas por los avatares de la historia, y diversas denominaciones debidas a los cambios políticos y circunstancias sociales. Pascual Molina, miembro de la comisión y gran conocedor de la historia, relató con gran destreza y detalle todos los inicios en un artículo publicado en el llibret dedicado a los 70 años de la fundación de la falla. Según sus escritos, fruto de profundas investigaciones, la primera etapa corresponde a 1934, año en que se creó la comisión, y los años 1935 y 1936 en los que se plantaron los primeros monumentos. Su nombre oficial era Falla de la Avenida del Capitán Galán, puesto que se plantó en esa importante calle de la ciudad en honor a este militar que dio la vida por la II República. Entonces el barrio se conocía por varias denominaciones: La Estación, Distrito Electoral II, Sección Primer -era el oficial-, pero también se conocía como barrio de la Barraca, o de la Bamba. Cuatro meses después del día San José de 1936 llegó la guerra y con ella, la oscuridad y el olvido fallero. La segunda etapa comienza en septiembre de 1942, en la cual se reorganizan las comisiones de Gandia para ayudar al Ayuntamiento en el programa de la Fira dada la precariedad de las arcas municipales, hasta 1945. Fueron años en los que para plantar una falla había que solicitar permiso al Gobierno Civil junto con un listado de los nombres de todos aquellos que iban a participar en el montaje y la fiesta. El permiso se concedía o denegaba en función del perfil político de cada uno de los que miembros de la comisión. Esa fue una de las causas por las cuales no se plantaron fallas en los siguientes años. De este periodo apenas se conservan documentos oficiales, recopilaciones personales ni libros de actas en los archivos. El primer presidente fue Francisco Pérez Gomar, 'El Blanquillo'. Dos años después fue sustituido por Enrique Melo Mayor, cuya hija, Rosario Melo Icardo, fue reina de la falla. La banda que le acreditaba aún se conserva y en ella está bordado el nombre de Falla de Calvo Sotelo. La tercera etapa comienza en 1949 y se extiende hasta la actualidad. Desde entonces, Corea ha sido la única comisión que ha montado monumento ininterrumpidamente hasta hoy. La comparsa de los "negres", el Roig, el nombre de Corea, el Casal, el teatro, las presentaciones, las cabalgatas, la Murga, ocho falleras mayores de Gandia, dos presidentes de la Junta Local Fallera, el festival musical infantil y el llibret, todo ello ha definido la evolución de esta histórica comisión. lasafor@lasprovincias.es
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