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EUROPA PRESS |
Lunes, 24 de noviembre 2008, 12:15
El estudio realizado por el Instituto Valenciano de Infertilidad, 'Differences of seminal quality and reproductive output among patients from different European countries undergoing an oocyte donation programme', revela que existen diferencias en cuanto a la calidad seminal entre los trece países europeos analizados y sus resultados en tratamientos de reproducción asistida y en el caso español está entre los peores de Europa pero es de los más efectivos para lograr embarazo, informaron fuentes de este centro en un comunicado.
Así, apuntan que el semen español está a la cola en este ránking europeo en cuanto a volumen (9 posición), movilidad (10 puesto) y concentración, así en este último parámetro, sólo están por detrás de España los belgas y los turcos, que además ocupan las dos últimas posiciones en cuanto a volumen y movilidad.
Por el contrario, Suecia y Noruega son los que obtienen los mejores resultados en concentración y movilidad, e Irlanda y Alemania son los primeros en volumen de espermatozoides por eyaculado.
Tras analizar la calidad del esperma europeo, el estudio del IVI evaluó también su funcionamiento, es decir, su capacidad para lograr una gestación, y ahí los españoles lograron situarse en la segunda posición, solo por detrás de Portugal.
Las 11.975 parejas que participaron en este estudio lo hicieron para un tratamiento de fecundación in Vitro (FIV) con donación de óvulos, es decir, que a la hora de conseguir o no un embarazo el factor femenino estaba minimizado ya que todos los óvulos donados pertenecían a mujeres jóvenes, sanas y sin problemas de fertilidad.
Según explicó la directora del laboratorio de andrología de IVI Alicante y autora del estudio, Elena Sellés, estos resultados, más del 40% de las parejas españolas que hicieron este tratamiento consiguieron embarazo en el primer intento, "mientras que apenas un 25% de las parejas suecas lo lograron, a pesar de su buena calidad seminal", resaltó.
La explicación para esta diferencia de resultados clínicos radica, según Elena Sellés, en que para lograr un embarazo "no sólo es importante el recuento de espermatozoides con buena movilidad y forma si no también su capacidad fisiológica para fecundar", y ahí sí tiene mucho que decir la forma de vida de cada país, sus hábitos alimentarios, su mayor o menor exposición a ambientes tóxicos, el consumo de alcohol, tabaco o drogas y, sobre todo, el nivel de estrés, que pueden influir en el núcleo del espermatozoide.
Este estudio del IVI, "el más amplio llevado a cabo por un centro de fertilidad", ha sido seleccionado para presentarlo en el Congreso Europeo de Andrología, que este año celebra su quinta edición en Roma del 26 al 28 de noviembre.
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