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E. GARCÍA
Domingo, 14 de diciembre 2008, 03:05
cándido méndez secretario general de la unión general de trabajadores (UGT) Lleva 14 años al frente de UGT, la central socialista, y como su colega Fidalgo en CCOO, también se presentará a la reelección en su próximo congreso de abril de 2009. Cándido Méndez, orgulloso de que el movimiento sindical haya traspasado la dimensión nacional, rememora con satisfacción el 14-D, «un acto de fuerza democrática y expresión contundente». -¿Cómo vivió el 14-D? -Lo viví en primera línea y fue un éxito tremendo. Nosotros no queríamos cambiar de gobierno, sino que ellos hicieran otra política y esto sí lo conseguimos. Yo era el secretario general de UGT en Andalucía y allí se creó una situación muy complicada. El PSOE y el Ejecutivo desarrollaron una ofensiva contra los sindicatos y había dos secretarios generales, el de Sevilla y el de Jaén, que eran diputados y se posicionaron en contra de la huelga. El conflicto se resolvió con la suspensión del cargo. -¿En qué cambió aquella huelga general la vida del país? -Fue un acto de fuerza democrática y de expresión contundente. Los frutos de la protesta tardaron algunos años en llegar, y el más emblemático, que tuvo un componente solidario, fue el sistema de pensiones no contributivo que firmamos con Manuel Chaves, entonces ministro de Trabajo. -¿Cómo quedarían los trabajadores sin centrales sindicales? -Los derechos de los trabajadores y de los sindicatos están vinculados en la Constitución española. Los unos sin los otros no existirían, y al revés. Es decir, son indisolubles. Precisamente en UGT, que cuenta con 120 años de existencia, creo que hemos sido los fabricantes de los derechos sociales. -¿Está bien adaptado a estos tiempos el movimiento sindical? -En la actualidad, el movimiento obrero ha traspasado la dimensión internacional. En la Confederación Europea de Sindicatos y en la Confederación Sindical Internacional, vanguardia del sindicalismo mundial, se sigue con mucha atención el movimiento español. En el marco de la globalización es imposible defender a los trabajadores si te recluyes en el ámbito nacional. Es injusto decir que sólo defendemos a los trabajadores con empleo fijo, porque todos los años nos peleamos por subir más las pensiones no contributivas y el salario mínimo interprofesional. En cualquier caso, creo que desde CC OO y UGT debiéramos ser un poco más corporativos para obstaculizar el nacimiento de sindicatos pequeños, como ocurre en las administraciones públicas o con los pilotos de las líneas aéreas. -¿Funciona realmente la autocrítica en los sindicatos? -Nosotros tenemos una vida democrática muy fuerte. UGT es la única organización que hay en España que entre congreso y congreso rinde gestión por escrito, y puedo decir que hay intervenciones muy fuertes y duras contra la comisión ejecutiva. La autocrítica está incorporada en nuestras señas de identidad. Diálogo social -¿En qué momento veremos los primeros frutos del diálogo social?. -Quisiera que fuera a la mayor rapidez posible, sobre todo en materia de negociación colectiva para los convenios de 2009. También creo que sería muy importante cerrar cuanto antes un acuerdo en la mesa tripartita de empleo -en la que está el Gobierno- para ampliar la cobertura de paro porque hay mucha gente que lo está pasando muy mal, y esta medida generaría confianza y seguridad. -¿Se está abusando de los expedientes de regulación de empleo? -Más que abusando del número, lo que se está haciendo es aplicarlos de forma encubierta a través de la ley concursal que, en teoría, debería salvar las empresas. En la práctica, sin embargo, algunas compañías insolidarias, en una actitud intolerable que raya la inmoralidad, tratan de buscar trampas para indemnizar mínimamente a los trabajadores. -¿Qué precio pagará España para salir de la crisis? -Todo dependerá de los mimbres que pongamos. Es preciso que España aplique un sistema productivo distinto, alejado de los movimientos especulativos encaminados a ganar mucho dinero en poco tiempo. Necesitamos un modelo de crecimiento con valor añadido, que conceda a las empresas competitividad y valore las aportaciones del capital humano, es decir, de los trabajadores. -¿Cómo saldrá UGT de su próximo congreso? -Ya he anunciado que me presentaré a la reelección, y estoy convencido de que vamos a sacar buenas resoluciones para los trabajadores, así como a mejorar la atención a nuestros afiliados. -¿Estaría en juego la unidad de acción sindical con otro líder en Comisiones? -Pienso que no. De hecho, estoy absolutamente convencido de que se mantendrá con independencia de quien gane su congreso. La unidad de acción tiene mucho peso en cualquier circunstancia, pero sobre todo en un escenario de crisis económica como la actual, donde tiene un peso decisivo para exigir al Gobierno y a los empresarios que luchen eficazmente por salir de esta situación.
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