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A. RALLO
Miércoles, 28 de enero 2009, 03:06
Enero, mes polémico para la prisión de Picassent. En menos de 30 días, la cárcel valenciana ha albergado un ante presos condenados por delitos sexuales y ha sido escenario de una reyerta después de que 68 reclusos vieran en el cine la película , de alto contenido violento. Instituciones Penitenciarias sigue con su apuesta de mantener al director de la cárcel, Ramón Cánovas, pese a los últimos acontecimientos. "No se ha pensado en el cese", afirman fuentes del departamento. Las mismas añaden que cuenta con el respaldo de los propios sindicatos por la gran labor que está haciendo en el centro. Acaip y CC.OO. lo corroboran. Desde el órgano que dirige Mercedes Gallizo, explicaron que el departamento de inspecciones ha recibido un informe sobre los hechos del pasado fin de semana. Dos conclusiones. Una, niegan toda vinculación entre la película y la reyerta posterior. No existe relación causa-efecto. "No tiene nada que ver una cosa con la otra. La pelea responde a otras historias, roces típicos de la convivencia". Y la segunda conclusión es que para nada se trató "de una batalla campal", como asegura el sindicato de prisiones Acaip. La prueba de que la reyerta no tuvo la menor importancia, para Interior, es que no se había comunicado a Madrid, protocolo habitual en todos los incidentes de gravedad que ocurren en una prisión. Tampoco el saldo de víctimas es propio de una batalla: "Sólo un preso herido en la cabeza". Además, matizan que en la trifulca no se emplearon bolígrafos preparados para ser utilizados como pinchos. Desde Interior enmarcan el incidente dentro de los sucesos habituales en cualquier otra prisión española. Pero lamentan la mala imagen que genera la difusión de acontecimientos como el de la o este último de la película. "Daña la imagen de Picassent y es injusto para toda la gente que trabaja allí". LAS PROVINCIAS intentó contactar ayer sin éxito con el director de la cárcel valenciana. Fuentes cercanas a la dirección afirman que se encuentra muy "sorprendido" por los acontecimientos. La llegada al cargo de Cánovas estuvo avalada por la máxima responsable, Mercedes Gallizo. Pero conforme avanzan los meses, la situación se ha complicado. No obstante, mantiene la confianza de sus jefes. Lo más sorprendente de la situación que se vive en la prisión es que el propio sindicato que denunció estos hechos ofrece su apoyo al director. "No pensamos que deba dimitir. Apoyamos su trabajo. Estamos realmente satisfechos con su gestión". Además, añaden que nunca han pedido el cese de este responsable, demanda que sí exigieron al anterior director. Peor suerte corre una de las subdirectoras de tratamiento a quien exigen responsabilidades por los últimos acontecimientos. Se trata de una persona que, según Acaip, no forma parte del equipo directivo de Cánovas y que es de la etapa anterior. Reclaman su dimisión "por lo ocurrido y por otras circunstancias que no han salido a la luz", insisten desde Acaip. El Partido Popular -tanto a nivel nacional como autonómico- pidió el lunes el cese del director. Consideran que los dos últimos escándalos deben tener consecuencias. La disputa llegó ayer al Consell y a la Delegación de Gobierno. El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, instó al delegado del Gobierno en la Comunitat, Ricardo Peralta, a "ocuparse y pronunciarse sobre la delicada situación que atraviesan los centros penitenciarios valencianos". Castellano lamentó los "permanentes y reiterados" incidentes que se han producido en la cárcel valenciana como "secuestros, intentos de fuga o agresiones". Ante estas situaciones pidió un "cambio de rumbo" en las políticas penitenciarias del Gobierno central. Acaip asegura que la cárcel registra un millar de altercados cada año. Los más graves fueron el secuestro de tres funcionarios a finales de 2007 y el descubrimiento de un plan de fuga en 2008. Además, lidera la incautación de pinchos de todas las cárceles españolas. El delegado del Gobierno en la Comunitat, Ricardo Peralta, en cambio, no considera "oportuno ningún cambio" en la dirección del centro. Para el delegado, el sindicato que aireó los hechos "se caracteriza por determinado tipo de denuncias muy ligadas a su función sindical". Descartó que exista "vinculación" entre la pelea y la película. "Si eso fuera cierto, creo que este país estaría a tortas todos los santos días en todas partes". No obstante, indicó que "merece un cierto examen" el contenido de las películas que se proyectan en la cárcel. arallo@lasprovincias.es
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