El negocio del arte vuelve a interesarse por la obra de Julià

"Ahora es cuando se inaugura el mercado de Asensi Julià". Con esta afirmación tan rotunda se pronuncian estudiosos de la pintura del XVIII, como el vicerrector de Cultura de la Universidad de Valencia, Rafael Gil, -con una tesis sobre este pintor valenciano discípulo de Goya- o Enrique Carranco, responsable de pintura de la casa de subastas Balcli's. Obra conocida del pintor valenciano hay poca, no más de 40 cuadros, según avanzó Rafael Gil, pero las pinturas firmadas por él se están revalorizando sólo unos días después de que la jefa de conservación de Pintura del siglo XIII del Museo del Prado, Manuela Mena, indicara en un estudio que el autor de no es de Goya, sino de Julià. "Esto es como la Bolsa. La polémica ha tenido repercusión en el mundo del arte", apunta Carranco. Para el vicerrector de Cultura Rafael Gil, "parece razonable pensar que, a consecuencia de la polémica, la obra de Julià se revalorice. O al menos, si no aumenta su precio de cotización, lo que sí es seguro es que se irá vendiendo, porque hasta ahora lo que salía a subasta no se vendía". Con esta afirmación Gil hace referencia a las tres pujas donde se puso a la venta obra de Julià y que quedaron sin comprador: en julio de 2006 en Christie's de Londres salió por 50.000 libras; en octubre de 2007 en Christie's Madrid (con el ), -por 30.000 euros-; y en diciembre de 2008, en Balcli's Barcelona (con el cuadro , que representa al torero Francisco Antonio Bassón Martínez, 'Martincho' -por 10.000 euros-). Como curiosidad, esta última obra que no encontró comprador en Barcelona hace tan sólo mes y medio, sí tiene ahora un interesado. "Estamos en negociación. Se venderá por el mismo precio, porque no hemos querido aprovechar el tirón. Se quedará en España, en una institución. Siempre procuramos que estas obras, sobre todo de la escuela valenciana, que tantos buenos maestros ha dado y sigue dando, se quede en casa", añade Carranco. El interés que ha despertado Julià es tal, que las llamadas telefónicas al despacho del vicerrector de Cultura, como experto, no cesan. "Han llamado particulares que tienen cuadros de Julià y que se han ofrecido a cederlos para la exposición que estoy preparando para Cultura para 2010, o que quieren conocer mi opinión sobre el cuadro. Son personas que quieren que se difunda el trabajo de Julià", añade Gil. También en Balcli's están recibiendo consultas. "Nos han enviado imágenes de obra de Julià, pero tienen que pasar el primer filtro de nuestro gabinete de expertos, para ver si corresponden al autor. Luego queremos que las vea Rafael Gil", indica Enrique Carranco. Una muestra más del efecto llamada de Julià es que un coleccionista ha llevado esta semana a la casa de subastas Segre de Madrid un lote de obras del siglo XVIII, entre los que figura un dibujo al carboncillo firmado por este pintor nacido en el Cabanyal-Canyamelar. "Se trata de un estudio preparatorio donde se ven unas manos y el Sagrado Corazón. El dibujo está recogido en una publicación de Rafael Gil en 1990", describe Roberto Alonso, responsable de pintura antigua de Segre. En este lote, se encuentra un boceto de una Virgen trazado por Francisco Bayeu, afamado pintor que era cuñado de Goya, y otros como Antonio González Velázquez o Luis Paret. Efecto llamada "No sé si ha sido casualidad que nos trajeran esta semana la obra de Julià o si el coleccionista, pensando que Julià está en boca de todos, se ha decidido a venderla. Quizá haya influido el hecho de que somos los únicos en España que hacemos subastas monográficas de dibujos. Estamos preparando otra para mayo con 170 obras, donde estará el dibujo de Julià", añade Alonso. En el dibujo al carboncillo, el autor firma como Asensio Chulia (y no Julià), algo que según Gil, no es extraño "tal como investigué en mi tesis, porque en ocasiones firmaba como A. J. y, otras veces, como Asensio Chulia, tal como pude ver en una solicitud de admisión en la Real Academia de San Fernando que realizó en 1783 de su puño y letra". En las consultas recibidas, el vicerrector de Cultura ha podido profundizar en temáticas de Julià menos difundidas. "He visto cuadros con escenas de animales, fundamentalmente toros -temáticas preferida de su mentor, Goya-. También me han enseñado cuadros donde Julià realizaba caricaturas, criticas a Fernando VII, y que me han permitido conocer la faceta de pintor miliciano, término con el que se autodefinía Julià", indica Gil.