

Secciones
Servicios
Destacamos
PAULA BORJA
Martes, 17 de febrero 2009, 03:19
Imagínese en el salón de su casa viendo la televisión, mientras escucha el sonido del agua entre las paredes. Desgraciadamente, ni está en un ni se trata de un avance de la arquitectura. Entre humedades, moho y con el correr de las aguas como fondo están viviendo los vecinos del número 1 de la calle San Isidro de Algemesí desde hace más de un año. La razón por la que vivir en este edificio se haya convertido en insostenible se encuentra en las obras de un solar colindante, que actualmente se encuentran paralizadas. Todo empezó en agosto de 2007 cuando el propietario del solar -que responde a las iniciales de B. J.- inició el derribo de la casa que existía hasta entonces. Y ahora es cuando entró en escena la que, según muchos de los vecinos, es la auténtica culpable. Durante esos meses, se hizo uso de una máquina que permitía aprovechar la energía geotérmica del suelo. Para la demostración de este aparato en enero de 2008, se contó con la presencia del alcalde de Algemesí, Vicent R. García Mont, y también de diversos medios de comunicación, entre los que se encontraba la televisión local. "Se hizo con todo el boato", critican ahora los vecinos afectados por las humedades. Meses más tarde, ya en otoño, los problemas se acrecentaron con las lluvias. Para entonces, la comunidad de vecinos ya se había movilizado. Hablaron con el propietario del solar, quien les amenazó con "llevarles a los tribunales". Tras la respuesta de éste, remitieron un escrito al Ayuntamiento. Nuevamente, meses de espera hasta que "después de mucho tiempo", García Mont les recibió. Tampoco el estado de sus pisos cambió tras hablar con el primer edil de Algemesí. Según denuncian, "ni los responsables de la obra ni el Ayuntamiento han solucionado los desperfectos de las viviendas". Y así, desde septiembre de 2008, están viviendo los vecinos. La situación se puede intuir. Desperfectos e infecciones "Esto es un desastre. Aquí cada vez resulta más difícil vivir", manifiesta indignada Elvira Balaguer, la propietaria del primer piso del edificio, donde reside su hijo, Daniel, a LAS PROVINCIAS. Sólo es un testimonio más de las decenas de vecinos del número 1 de San Isidro, pero da una muestra de cómo será vivir en uno de estos pisos. Por si aún no había suficiente con la humedad del ambiente o lo antiestético que pueden resultar las manchas oscuras en las paredes y los techos, hay que añadir el coste de los arreglos para que, aunque en malas condiciones, se puedan continuar residiendo aquí. En el piso de su hijo, Elvira, por ejemplo, ha tenido que arrancar un trozo de pared. "Si nos pusiésemos a hacer, tendríamos que cambiar toda la talla". Las continuas lluvias de este invierno, pero sobre todo, el hecho de que la obra del solar esté paralizada "en fase de estructura sin cerramientos", ha provocado que la pared colindante con la finca se deteriore aún más, hasta atravesar la medianera. Lo peor se da cuando llueve. "Entonces es como si viviéramos en una cascada", cuenta Elvira desesperada. Los daños materiales en las viviendas no son el único problema al que los vecinos temen. En el edificio viven personas mayores, algunas de ellas aquejadas de alzheimer o en cama, cuyo estado se puede agravar de persistir la humedad. "De esto, también se ha dado parte", asienten, en referencia a las reuniones con la primera autoridad local. "El propietario del solar no nos hace caso y parece que el Ayuntamiento tampoco". Después de meses de movilizaciones, de idas y venidas a las oficinas municipales, "no se le ha obligado a quitar el agua" que inunda el sótano del solar. Una superficie hanegada de agua, donde se acumulan rastrojos y suciedad es, sin duda alguna, un espacio idóneo para los malos olores lo que, con el tiempo, "puede ser causa directa de infecciones. Es lamentable que no se subsane inmediatamente esta irregularidad urbanística y sanitaria", reiteran desde la comunidad de vecinos. De continuar el Consistorio, los vecinos amenazan con elevar sus quejas ante el Consell. "Donde haga falta" A pesar de ver como las humedades y el deterioro en sus viviendas se agrava día tras día, estos vecinos de Algemesí no piensan pararse. Hace unas semanas, volvieron a la carga. El pasado 22 de enero remitieron un nuevo escrito al Ayuntamiento. El objetivo, el mismo de siempre. Exigir la desaparición de la charca del solar. La respuesta, también la misma. "A los pocos días, nos llamó la secretaria del alcalde para comentarnos que se estaba gestionando el asunto. Aún no hemos recibido ninguna explicación", apunta Elvira. La actitud de estos vecinos vuelve a ser rotunda. "Iremos donde haga falta para que esto termine. ¿Qué tendrá que pasar para que estas casas no sean un ruina por más tiempo?". laribera@lasprovincias.es
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.