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MAITE LATORRE
Domingo, 22 de febrero 2009, 03:20
Los jubilados de Alfafar están en pie de guerra. Una batalla incruenta, cuyo objetivo final es lograr el esparcimiento en condiciones de los mayores, pero que ha encendido los ánimos de algunos de ellos en la población. Diferencias de criterio a la hora de hacer gestiones en el colectivo han llevado a la formación de otro, que quiere utilizar las instalaciones del hogar del jubilado aunque sus miembros hayan perdido administrativamente el derecho a jugar en las salas a las cartas o a ver allí la televisión. Por este motivo, cerca de doscientos mayores han decido recoger firmas para tener otro hogar del jubilado donde poder acudir para hablar con sus amigos o distraerse un rato. Aunque Alfafar cuenta con uno desde hace años, este grupo no quiere pertenecer a la asociación porque el presidente de la misma no es de su agrado. Esta discrepancia les llevó en junio del pasado año a constituir la que denominaron Asociación Municipal de Pensionistas y Jubilados de Alfafar. Desde entonces no han cesado en su empeño de que el Ayuntamiento les proporcione un nuevo local para su esparcimiento en el que poder estar sentados. "Estos señores tuvieron la oportunidad de presentar una directiva en marzo de 2008, que es cuando fue reelegida la de la Asociación Democrática de Jubilados y Pensionistas, pero no presentaron ninguna lista ni hicieron nada", responde Emilio Sevilla, secretario de la entidad que gestiona el local. La misma cuenta en la actualidad con 900 socios y es de carácter público. La entrada no está restringida y cualquier jubilado o pensionista puede acceder al local situado en calle Estación, pero para participar en las actividades o utilizar los juegos de mesa se debe ser socio. "Aquí no prohibimos la entrada a nadie. Todo aquel que esté jubilado o sea pensionista puede entrar al local municipal. Ahora bien, para jugar o participar de las actividades se hay que ser socio, algo que tan solo cuesta un euro al año porque los otro cinco los subvenciona el Ayuntamiento", manifestó. Pero a este grupo de jubilados no les parece muy bien que se cobre ese euro ni cómo se administra el dinero. Por ello crearon la citada Asociación Municipal de Jubilados y Pensionistas de Alfafar, comenzando a hacer carnés a los interesados en inscribirse en el colectivo. "Tenemos dados de alta a 200 y esperamos conseguir muchos más porque aquí hay numerosos ancianos que no van a ese hogar del jubilado porque no les dejan jugar", manifestó Narciso, uno de los miembros. "Eso de que son 200 es mentira porque hay muchos que se ha hecho el carné por lástima y tienen el de esa asociación, pero vienen aquí a jugar a cartas y hacer actividades. No son doscientos sino cuatro", manifestó el secretario de la Asociación Democrática de Jubilados y Pensionistas. "Estamos discriminados" La nueva sociedad de jubilados que se constituyó el año pasado y que fue dada de alta en el registro correspondiente ha solicitado al Ayuntamiento un local donde poder jugar a las cartas y ver la televisión, ya que aseguran que en las instalaciones municipales citadas no pueden hacerlo porque no les dejan. Además, según afirman, sienten que les miran mal si entran. "Estamos discriminados y no nos permiten jugar porque no somos socios. Aunque consumamos en la barra no nos dejan una baraja", manifestó Vicente Donat, miembro de la Asociación Municipal de Pensionistas y Jubilados. La nueva entidad ha solicitado al alcalde de la localidad numerosas reuniones pero, según señalan, les responde que en Alfafar ya existe un hogar para ellos. "Aquí, sí un jubilado quiere cobijarse en algún lugar no puede, tenemos que pasar frío por la plaza", dice Narciso. Su amigo señala que si quieren bailar "nos tenemos que ir a Sedaví, porque en Alfafar nos cobran un euro por cada sesión. Y no hablemos de los fines de semana, que lo tienen cerrado y no tenemos nada para la tercera edad". La Asociación Democrática de Jubilados y Pensionistas asegura que si no lleva a cabo más iniciativas es porque no dispone de espacio suficiente ya que el local habitual está sufriendo reformas que acumulan retraso. Pero las actividades se pondrán en marcha en cuanto esté acabado y acondicionado, según señalan fuentes del colectivo.
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