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J. A. Z.
Lunes, 23 de febrero 2009, 10:29
El descenso en los ingresos por el impuesto de construcciones llevó a muchos ayuntamientos valencianos a promover la creación de suelo industrial como una salida, pero esta tampoco ha resultado la panacea. La falta de liquidez de las empresas ha causado que millones de metros cuadrados de los polígonos se queden urbanizados, pero sin naves y abandonados por las empresas. En algunos casos las mercantiles carecen de fondos para acometer la construcción de las infraestructuras, y en otros tienen que renunciar a ellos después de haberlos reservado. En ambos casos los terrenos quedan libres. La mayoría de las áreas industriales recientemente proyectadas se encuentran estancadas. Fuentes del sector aseguraron a LAS PROVINCIAS que son muchos los Planes de Actuación Integrada (PAI) que no "se están empezando", e incluso fueron más allá afirmando que ahora mismo "ni siquiera existe la intención de comenzarlos". Estas mismas fuentes manifestaron que esta situación se debe a dos motivos fundamentales. En primer lugar "las empresas prefieren vender el numeroso stock que tienen acumulado antes que meterse en nuevos proyectos" y, por otro, "la falta de financiación que ofrecen los bancos". En este último caso, las mercantiles no solamente están encontrando dificultades "para conseguir nuevos créditos y préstamos, sino que también está siendo muy complicado refinanciar la deuda", según añadieron. Según los datos de la Cámara de Comercio de Castellón, a fines de 2008 existían en la provincia 134 áreas industriales que suponían 43.045.000 metros cuadrados. De ellos, unos 11.653.000 están libres en 74 zonas. Las superficies que cuentan con más suelo son la propia capital y, a distancia, otras en l'Alcora, Vila-real y Almassora. Proyectos estancados En esta misma provincia, entre 2005 y 2007 se impulsaron proyectos de polígonos industriales de varios millones de metros cuadrados, tanto en el triángulo azulejero (Onda, Alcora, Vila-real) como en el nuevo eje previsto entre el futuro aeropuerto de Vilanova d'Alcolea y la autovía de La Plana. La avalancha de PAI antes de la aprobación de la Ley Urbanística Valenciana unió a los nuevos desarrollos residenciales más impulsos industriales. Sin embargo, aunque muchos proyectos de recalificación de suelo industrial han logrado su aprobación definitiva, "la crisis ha frenado la edificación de viviendas y polígonos", según admitieron responsables de la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón. Las zonas más afectadas son las comprendidas entre el área metropolitana de Castellón y el futuro aeropuerto. Así, en la subcomarca del Prat, donde numerosas firmas de Castellón, principalmente cerámicas, pretendían trasladarse tras la aprobación de los polígonos de Vall d'Alba y Vilafamés, Cabanes (suman más de tres millones de metros cuadrados) han quedado por desarrollar bastantes polígonos. "Ahora están ejecutándose proyectos de urbanización de algunos polígonos aprobados hace años, pero hay poca demanda para luego construir naves. La situación es difícil por falta de financiación, con despidos y todas las azulejeras tocadas", dijeron desde una importante firma del sector de naves industriales de La capital de La Plana. Pero lógicamente, la castellonense no es la única provincia donde las áreas industriales están estancadas, en Valencia sucede lo mismo. La compraventa de parcelas en los polígonos de la Safor se ha visto reducida en los últimos meses porque consideran que no es el momento de realizar traslados o ampliar las naves industriales, según confirmaron constructores de esta comarca. Sin ir más lejos, en Gandia todavía siguen en venta numerosas naves industriales construidas en el último año y locales en espacios comerciales que fueron adquiridos por empresas para expandirse pero que, con la crisis, no se han abierto. La alcaldesa de Alzira y presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Elena Bastidas, aseguró que la "ocupación de suelo industrial no está siendo positiva por la falta de financiación de los bancos". Explicó que en torno al 20% de los terrenos industriales carecen de propietario. Un porcentaje que se da con seguridad en la Ribera y en comarcas limítrofes, pero que es extrapolable al resto de la Comunitat. Una posible solución a esta dificultad es la que está dándose en Utiel. El alcalde, José Luis Ramírez, señaló que el polígono Nuevo Tollo cuenta con 440.000 metros cuadrados urbanizados, de los el 40% están ocupados y un 30% más reservados, pese a que ya ha habido algunas empresas que han renunciado. Ante la situación se ha puesto en marcha un proyecto piloto. El área está promovida por el Sepiva, que construirá naves que posteriormente alquilará a las mercantiles que deseen instalarse. Si los resultados que obtienen son buenos y así lo consideran, podrán optar a comprar el recinto, según explicó Ramírez. Esta mecánica se repetirá en la ampliación con 533.000 metros cuadrados más.
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