Trece plazas de toros serán declaradas patrimonio cultural para salvar los festejos

Una maniobra legal para salvar la fiesta taurina. Algemesí, Bocairent, Castellón, Vinaròs, Villafranca, Morella, Onda, Benasal, Oropesa, Vall d'Alba, Monóvar, Elda y Ondara ya respiran. Sus bous al carrer están a salvo. El Consell declarará como patrimonio las plazas de estas 13 poblaciones para que cumplan con el nuevo Reglamento de Espectáculos Taurinos. Así se podrán celebrar festejos. Todas estas plazas de toros con singularidades históricas o arquitectónicas -no cumplen los 30 metros de diámetro, por ejemplo- serán catalogadas como Patrimonio Cultural Valenciano de forma que puedan adaptarse a la normativa preservando las características que las hacen únicas. La de Algemesí cuenta con dos siglos de antigüedad; Bocairent está parcialmente excavada en la roca; la de Ondara data de 1901 y está elaborada de piedra y sillería; Morella tiene 100 años de historia o Monóvar construida hace ya bastantes años. Son algunas de las peculiaridades que convierten estos cosos en especiales. Pero todas tienen algo en común, su recinto no alcanza el diámetro mínimo que requieren los cosos y ampliarlo es imposible. Una situación que se solucionará con la iniciativa de la conselleria de Gobernación, que ayer anunció el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, tras la reunión con los 13 municipios. La Ley de Espectáculos prevé que, con carácter excepcional y previo informe de la Administración autonómica, puedan concederse licencias de funcionamiento a edificios inscritos en el inventario general del Patrimonio Cultural Valenciano. Y aquí empieza el proceso. Los Ayuntamientos afectados solicitarán que sus plazas se inscriban en el citado catálogo y, cuando estén inventariadas, "se podrían hacer modulaciones a las exigencias de la normativa en vigor para respetar la tradición de la fiesta", según el conseller del área, Serafín Castellano. Se trata de unas "excepcionalidades" que ya se aplican en otros territorios como Andalucía, Aragón o Navarra. Por ejemplo, en los dos últimos casos se obliga una enfermería en la plaza. Las condiciones que serán indispensables, tal y como explicó el conseller, serán la seguridad de los participantes, el respeto de los animales y la existencia de un seguro. Las plazas de toros permanentes (11 de las 13 con singularidades), podrán ser consideradas como "bien inmueble de relevancia local", mientras que las portátiles (Algemesí y Benasal) serían "patrimonio etnológico", con lo que se protegería "la tradición". El nuevo reglamento entrará en vigor antes de que acabe el año y sustituirá a la normativa nacional. Hasta ese momento, concluyó Castellano, se celebrarán reuniones específicas con los técnicos municipales y de la Conselleria para dar la cobertura necesaria y celebrar los festejos.