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Víctor Mallet.
La crisis rompe la imagen de 'El Dorado' español
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La crisis rompe la imagen de 'El Dorado' español

La prensa internacional refleja con crudeza la realidad de unpaís que batió récord en viviendas y ahora en generar parados

MANU ALVAREZ

Domingo, 8 de marzo 2009, 03:20

«Cuando en un país tan fanático por el fútbol como España un club de Primera División deja de pagar a sus jugadores, es la señal de alarma de que algo va realmente mal en una de las economías más exitosas de Europa». Este fue el primer párrafo de un reportaje publicado por el periódico británico 'Financial Times' a mediados del pasado mes de febrero, en el que tomando como 'anécdota' de partida las dificultades del Valencia C. F para pagar a sus jugadores, relataba la dura transición de la economía española. «Se acabó la fiesta y ahora alguien debe pagar la factura», apuntaba también un reportaje similar publicado por la revista 'The Economist'. El príncipe, lamentablemente, volvía a convertirse en rana. ¿O nunca dejó de serlo? Aunque no ha sido de los primeros países en entrar en recesión -antes lo hicieron Gran Bretaña, Italia y Alemania-, y aunque la solidez del sistema financiero se pone como ejemplo mundial de una magnífica actuación de los organismos supervisores, lo cierto es que la imagen del país se ha deteriorado gravemente. Y no sólo porque Standard & Poor's haya bajado la calificación de solvencia del Reino, lo que implica mayores problemas para buscar financiación internacional, sino porque el castillo de ladrillos sobre el que España había construido su prestigio económico internacional se ha venido abajo. Malas señales Lo que ayer era una locomotora económica, hoy es presentado por la prensa internacional como un país sepultado por un alud de hormigón; con un déficit comercial cercano al 10% del PIB y endeudado hasta las cejas. Pero, con ser malo, no es lo peor. España ocupa desde finales de 2008 el liderazgo europeo por tasa de paro -el 14,4%- y las últimas cifras del Inem sitúan el número de desempleados en torno a los tres millones y medio. Las perspectivas, además, no son alentadoras. Si algunos analistas apuntan ya hacia una cifra cercana a los cuatro millones de parados en verano, otros muchos llaman la atención sobre el problema estructural que tendrá la economía española para salir de la crisis: la ausencia de sectores que sustituyan al de la promoción inmobiliaria en la parte delantera del tren. Allí donde se ubica la locomotora. La industria del automóvil, que pudo haber ocupado este papel, parece desplazarse a los países del Este. Estas son las opiniones de los corresponsales en España de tres prestigiosas publicaciones internacionales. Gilles senges 'Les Echos' «Marruecos ya es más atractivo que España para invertir» «La situación de España es fatal», opina Gilles Senges, corresponsal en España de 'Les Echos', el principal periódico econónico francés. «España tiene ya la tasa de paro más alta de Europa y todo parece indicar que se va a incrementar de forma notable en los próximos meses. La clave es que a la crisis internacional se ha sumado la crisis del ladrillo; y esos dos problemas, asumidos al mismo tiempo, van a ser realmente muy complicados de superar». Su tesis es que nos hemos atragantado. «Este país -dice- ha experimentado en quince años el desarrollo que a Francia le ha costado 30. Eso plantea, en primer lugar, un problema de digestión, cuyos síntomas ya se apreciaban incluso cuando la economía iba hacia arriba. Ahora que estamos en plena crisis, esa digestión se va a hacer todavía más pesada». Hay un elemento positivo en la economía española en el que coinciden todos los observadores. La fortaleza de la banca y, apunta Gilles, «el hecho de que haya dos bancos muy potentes. En parte, eso ha salvado a España de un desastre total, porque no hay más que imaginarse la crisis del sector inmobiliario con bancos débiles detrás. Eso hubiese sido una catástrofe. Pero no hay que descuidarse. Una crisis muy prolongada puede poner en riesgo incluso a esos bancos fuertes, porque nadie es capaz de intuir en este momento cuánto van a resistir». Para el periodista galo, el futuro que se cierne sobre España es bastante «negro» porque no contamos, o al menos así lo cree, «con un sector que tome el relevo de la construcción y actúe como locomotora para impulsar el crecimiento después de la crisis. La industria del automóvil podía ser ese motor pero, desgraciadamente, España tiene importantes problemas de productividad y competitividad que van a desplazar las inversiones del sector hacia otros países. En estos momentos Marruecos ya es más atractivo que España para invertir. Es verdad que Nissan acaba de anunciar una inversión en España y es positiva, pero hay que tener en cuenta que tan sólo se trata de 200 millones de euros». Hay un problema añadido, sobre el que Francia tiene ya una dilatada experiencia, que es del rápido crecimiento de la inmigración y las distorsiones que ello genera. «Creo que esto se revelará realmente cómo un asunto serio dentro de 10 años, con la segunda generación, con los hijos de los inmigrantes. Francia lo está viviendo ya en estos momentos con esa segunda generación, porque la integración no es perfecta y genera tensiones». Victor Mallet 'Financial Times' «Los españoles son demasiado sensibles a lo que se dice fuera» Lleva tan sólo seis meses en España -su anterior destino fue Hong Kong- y una de las cosas que más le ha sorprendido en este corto periodo es «lo sensibles que son los españoles respecto a lo que se dice en el extranjero. Y yo estoy convencido de que, realmente, ni los ingleses ni los norteamericanos, y menos aún los chinos, dedican mucho tiempo a preocuparse por la situación económica de España». Autor de un reportaje titulado 'Después de la Fiesta', en el que dibujó un panorama un tanto desolador de España después de algo más de una década de euforia económica, el corresponsal del diario económico de mayor prestigio en Europa está convencido de que «España no tiene una imagen ni buena ni mala. Hay cosas con imagen negativa, como es la evolución de la construcción, pero hay también otras muy positivas, como es el ejemplo que el Banco de España ha dado a todos los banqueros del mundo, gracias a sus medidas de prevención. «Lo que le sucede a los españoles -apunta en tono irónico- es que se fijan mucho en las informaciones críticas, pero no se dan cuenta de que los medios de comunicación también somos muy críticos con otros países. Incluso, nosotros mismos, somos muy críticos con Reino Unido». Mallet observa elementos comunes entre la crisis española y la que vive Gran Bretaña -«en especial la burbuja de los precios del sector inmobiliario» -, si bien las cuestiones diferenciales gravitan de forma negativa sobre España. «El exceso de construcción y su gran peso en el Producto Interior Bruto, en torno al 7,5%, es una losa». No hay, en su opinión, buenas perspectivas de medio y largo plazo, lo que le lleva a pensar que «las previsiones más negativas van a ser las más acertadas. El turismo va a sufrir las consecuencias de la recesión en toda Europa y no veo sectores industriales en España con capacidad para tomar el relevo». Incluso, cree que la fortaleza de la banca española puede resquebrajarse a finales de 2009 «cuando la morosidad haya ganado terreno. No es acertado decir que España se ha quedado fuera del problema de los créditos 'subprime'. Darle un crédito a un promotor inmobiliario y que éste no lo pueda devolver, en mi opinión, es también un crédito 'subprime'». Hay algo que llama la atención a este periodista británico respecto al comportamiento del mercado inmobiliario español. «En este país los precios no se adaptan con facilidad. En Estados Unidos o en Inglaterra, cuando se produce una crisis en un sector, una de las consecuencias inmediatas es la bajada de precios. Aquí hay una enorme resistencia a vender barato y por eso los propietarios piensan que el valor de su piso no debe bajar pese a la crisis. No se dan cuenta de que el valor es lo que alguien esté dispuesto a pagar por esa propiedad». ¿Las críticas contra Ferrovial en la prensa británica, tras la compra de la operadora de aeropuertos BAA, hay que entenderlas como una reacción contra España? «Es verdad -reconoce Mallet- que una parte de la prensa inglesa es muy nacionalista y que algunas de esas críticas puedan interpretarse con esa clave. Sin embargo, Reino Unido está muy acostumbrado a tener empresas extranjeras en su territorio. Es conocido, por ejemplo, que el primer ministro británico tiene contratada la electricidad y el suministro de agua con empresas extranjeras y no pasa absolutamente nada». Thomas Catan 'The Wall Street Journal' «España necesita reformas estructurales» La prensa norteamericana de- Pasa a la página siguiente

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