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M. J. CARCHANO
Sábado, 14 de marzo 2009, 03:57
Los futuros ocupantes del acuartelamiento Daoiz y Velarde de Paterna puede que pasen la noche en blanco, pero no por las imaginarias, sino porque tienen que prepararse un examen. La Universitat de València ha planteado la posibilidad de convertir los cuarteles militares, que ocupan una extensión aproximada de 400.000 metros cuadrados, en su nuevo campus, ya que no le queda espacio en Burjassot. El rector de la Universitat, Francisco Tomás, ya ha iniciado conversaciones con el alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, y con el Ministerio de Defensa. Precisamente, el Ayuntamiento de Paterna hizo ayer público un convenio que lleva la firma de la ministra de Defensa, Carmen Chacón, en el que el Consistorio manifiesta el interés en la adquisición del acuartelamiento. Paterna se compromete a construir unos nuevos cuarteles para que el municipio siga albergando al Ejército de Tierra en una zona todavía sin determinar. El alcalde de Paterna explicó que será más viable convertir cuarteles en aularios que construirlos. Las instalaciones, tras la profesionalización del Ejército, están infrautilizadas. Además de las edificaciones, el acuartelamiento Daoiz y Velarde, que en septiembre cumple su centenario, tiene grandes zonas verdes y complejos deportivos que actualmente son de uso exclusivo militar. La Universitat de València se ha fijado en estos terrenos por su privilegiada ubicación, en el centro de Paterna y frente a la Feria de Muestras. "Y ya existen otros campus universitarios en terrenos militares", aseguró Agustí, quien conoce a la perfección las ventajas para la economía local de un campus en pleno casco urbano. La desafección de los cuarteles irá unida además a la adquisición de los terrenos del campo de maniobras y tiro militar de las Muelas, situados junto a la CV-35, frente a Heron City. La cesión de este suelo ya estaba prevista en un convenio que firmó en 2007 el anterior alcalde, Francisco Borruey, con el ex ministro de Defensa, José Antonio Alonso. El gobierno de Agustí, sin embargo, ha hecho algunos cambios en el acuerdo con Defensa. Si el anterior convenio contemplaba que en esta zona, que ocupa 773.000 metros cuadrados, se construirían unas 3.000 viviendas, ahora se abre la posibilidad a que los terrenos acojan superficies comerciales o industriales. En este sentido, el alcalde de Paterna anunció ayer que ofrecerá el suelo disponible para que "cualquier multinacional que quiera, incluida la que estáis pensando -refiriéndose a Ikea- se pueda instalar en el campo de tiro". Paterna ofrece así la posibilidad de que los suecos elijan otra zona para ubicarse, justo enfrente de la que se ha barajado hasta el momento, que está ubicada junto a Heron City y Kinépolis. Sin embargo, si Ikea optara por instalar su primera tienda junto al K-7, los plazos para su apertura se demorarían. La razón es que el Ayuntamiento, a través de la empresa municipal Sumpa, va a realizar un estudio que se alargará durante tres años para ver qué se hace con los terrenos. "No es momento ahora de programar nuevas urbanizaciones, es más importante dotar de servicios los actuales barrios", aseguró Agustí, que sin embargo planteó la posibilidad de que se adelantaran los plazos si Ikea eligiera el campo de tiro.
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