El vigilante de una churrería fractura el cráneo a un joven al golpearle con un bate en Valencia

Una fractura de cráneo por hurtar unos churros. La violencia desmesurada con la que un vigilante agredió a un joven en la madrugada del domingo en Valencia sorprendió a la víctima y a los dos amigos que le acompañaban. El golpe con un bate de béisbol que le propinó en la cabeza le causó una grave lesión. El herido, cuya identidad no ha trascendido, ingresó en la unidad de cuidados intensivos del Hospital La Fe. Los hechos ocurrieron sobre las siete de la madrugada del domingo. Tres chicos pasaron junto a una churrería situada en el número 4 de la plaza Cors de la Mare de Déu, en pleno centro de Valencia. Tuvieron un mal pensamiento. Hurtar unos churros parecía fácil. Nadie caminaba en ese momento por el lugar. Sin embargo, los jóvenes desconocían que un hombre se ocultaba en el interior del puesto ambulante. Un individuo que hacía las funciones propias de un vigilante tras llegar a un acuerdo con el dueño de la churrería. Un hombre violento que esgrimía un palo de madera. De repente, esta persona sorprendió a uno de los jóvenes en el mostrador y le propinó un estacazo en la cabeza. El impacto fue brutal. Los chicos, asustados, salieron corriendo ante el temor de que pudieran ser golpeados de nuevo por el empleado de la churrería. Todo fue muy rápido. Aturdidos y confusos, los tres jóvenes -dos de ellos hermanos- decidieron acudir a un centro de salud cercano para que el herido recibiera atención médica. Allí, el sanitario que le asistió se dio cuenta de inmediato de la grave lesión que presentaba en la cabeza. El médico llamó al teléfono de emergencias 112 para movilizar a una ambulancia. Hospitalizado en La Fe Tras ser trasladado con urgencia al Hospital La Fe, el joven fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Su estado evolucionó favorablemente y ayer por la tarde la mejoría era ya notable. Horas después, sobre las seis y media de la tarde del domingo, un amigo del padre del chico golpeado y los dos hermanos que presenciaron los hechos acudieron a la churrería. Los jóvenes identificaron plenamente al autor de la agresión. Por ello, fueron en busca de la policía. Dos agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Local fueron requeridos por los ciudadanos. Los policías estaban realizando un servicio rutinario de prevención de delincuencia en la plaza de la Virgen. El amigo de la familia de la víctima explicó a los agentes los graves hechos ocurridos horas antes en el puesto ambulante. Además, les dijo que el herido estaba siendo intervenido quirúrgicamente en ese momento en el Hospital La Fe debido a la fractura de cráneo que sufrió. Tras comprobar que era cierto lo que relataba el ciudadano, los policías se dirigieron a la churrería y arrestaron al presunto agresor, cuya identidad responde a las iniciales C. M., de 45 años de edad. El detenido de nacionalidad rumana confesó parte de los hechos, pero manifestó que el joven se había golpeado en la cabeza en una caída accidental. La versión facilitada por el agresor fue desmentida por los dos hermanos y amigos de la víctima. Estos insistieron en que el hombre golpeó con un bate de béisbol al joven en la cabeza. "Tenía que haber llamado a la policía o retenerlos si se confirma que querían coger unos churros, pero nunca golpear con un palo. La violencia que ha empleado este individuo es desmesurada", asevera un amigo del herido. "Y no debería trabajar como vigilante una persona que no está preparada para ello", añadió. jmartinez@lasprovincias.es