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EUROPA PRESS |
Miércoles, 18 de marzo 2009, 18:13
La Federación de Enseñanza de UGT (FETE-UGT PV) consideró hoy que la profesión de artista fallero no se debe regular como un título de Formación Profesional Específica-Reglada, sino como un título de Enseñanzas Profesionales de Artes Plásticas y Diseño, ya que esta actividad se enmarca "en el ámbito autonómico de lo artístico y lo artesano, no en el ámbito nacional centrado en lo tecnológico y lo técnico", según señalaron fuentes del sindicato en un comunicado.
La entidad ve "lógico" que, una vez se determinen en un trabajo previo qué cualificaciones hay en las profesiones relacionadas con los artistas falleros, se decida si las cualificaciones son de nivel 1, y se pueden incorporar a un Programa de Cualificación Profesional Inicial o un Certificado de Profesionalidad, si son de nivel 2, para incorporar a un ciclo de Grado Medio de Artes Plásticas y Diseño, o si son de un nivel 3, para incorporar a un ciclo de Grado Superior de Artes Plásticas y Diseño.
Recordaron que las enseñanzas de FP Específica/Reglada están basadas en cualificaciones profesionales y se ordenan en ciclos formativos de Grado Medio y de Grado Superior, respectivamente, agrupados en 26 familias profesionales de acuerdo con lo regulado en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, tienen carácter oficial ya que son títulos expedidos por las Administraciones educativas y tienen validez en todo el Estado.
Estos títulos son impartidos en aulas taller, en los Institutos de Enseñanza Secundaria, donde figuran enseñanzas de Peluquería, Mecánica, Electricidad, Hostelería, Administrativo, Informática, Automoción, Edificación, Agricultura etc.
Las enseñanzas Profesionales de Artes Plásticas y Diseño también se ordenan en ciclos formativos de Grado Medio y de Grado Superior, y son impartidos en Centros de Artes Plásticas y Diseño, donde encontramos enseñanzas de Diseño, Arquitectura, Proyectos de Decoración, Escultura, Modelismo, Mobiliario e Indumentaria.
Para UGT, estos últimos centros y estudios son "más acordes con las funciones que desarrollan los artistas falleros en la concepción, diseño y elaboración de una falla".
El sindicato destacó también que desde hace muchos años los artistas falleros han diversificado su actividad en el mundo del cine, en la industria del entretenimiento, en las ferias de muestras, en muchas actividades empresariales que necesitan decorados, y que deben ser tenidas en cuenta a la hora de organizar sus enseñanzas.
En esta regulación de estudios se tiene que tener prevista qué tipo de legislación se adopta para poder evaluar, reconocer y acreditar las competencias profesionales adquiridas por los actuales artistas falleros (más de 500), a través de experiencia laboral o a través de vías no formales de formación, como la impartida desde el Gremio de Artesano de Artistas Falleros.
Asimismo, apuntarom que, aunque académicamente el mundo fallero no esté regulado, sí que están consolidadas sus estructuras laborales desde hace más de 100 años, y que existe un carné de Artista Fallero que ha valorado las competencias artísticas de los mismos y que esta plenamente en vigor y consolidado.
GRUPO DE EXPERTOS
Por tanto, FETE considera que la iniciativa de regular la profesión de artista fallero es positiva y debe ser apoyada desde las distintas Administraciones, empresarios y sindicatos. Ademá,s abogó por que la Conselleria de Educación forme un grupo de trabajo de expertos procedentes de todos los ámbitos anteriores para evaluar la situación y realizar un estudio sobre las necesidades del sector y como trasformarlas en enseñanzas regladas.
De igual modo, instó a la Conselleria a contactar con el Ministerio de Educación para "orientar" en base a las conclusiones del estudio realizado, sobre la conveniencia de la mejor formula académica a adoptar para regular la profesión de artista fallero, pirotécnico, foguerer y otros que puedan estimarse a nivel autonómico.
Por su parte, el Instituto Nacional de las Cualificaciones Profesionales (Incual), dependiente del Ministerio de Educación debería de iniciar los trabajos necesarios para determinar las cualificaciones que existen en el mundo de las fallas y cuales se pueden trasformar en títulos y certificados oficiales.
El resultado de todo lo anterior debe ser la regulación académica de las profesiones relacionadas con el mundo fallero para mejorar su dignificación profesional, social y laboral, y se debe realizar "desde el consenso con la participación de todo el sector".
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