La niña arrojada a un contenedor de Dénia presentaba varios golpes en todo el cuerpo

El cuerpo sin vida del bebé que fue arrojado por sus padres a un contenedor de la calle Impressors Botella de Dénia -y no en el parque Chabàs como trascendió en un principio- presentaba, según ha podido saber LAS PROVINCIAS, varios golpes por todo el cuerpo y no uno sólo en la cabeza. Aún falta por conocer el resultado de la autopsia que se le practicó a la recién nacida ayer en el Instituto de Medicina Legal de Alicante para saber qué delito se les imputa a los padres. La pareja, dos jóvenes ecuatorianos de 21 años, permanece detenida en la Comisaría a la espera de prestar declaración ante la titular del Juzgado Número 2 de Dénia. Según fuentes cercanas a la investigación, en una primera declaración ante la policía, la joven aseguró que la neonata prematura nació muerta en el cuarto de baño de su casa aunque su intención era tenerla y darla en adopción. La joven de 21 años dio a luz a la pequeña en la madrugada del sábado al domingo, y según declaró ante los agentes, al comprobar que la bebé estaba muerta, tanto ella como su pareja decidieron arrojarla dentro de una bolsa a un contenedor de basura cercano a su vivienda, situada junto a la entrada principal de Dénia. Horas después del parto comenzó a sentir un fuerte dolor abdominal y se dirigió hacia el hospital comarcal donde se le hizo una exploración ginecológica. Los médicos vieron que, además, la joven presentaba, una hemorragia vaginal propia de una post-parto, por lo que decidieron que se quedase ingresada. Los facultativos, ante la ausencia del bebé, dieron parte a la autoridad judicial y la policía. Los agentes se personaron en el centro hospitalario y tomaron declaración a la joven quien insistió una y otra vez en que arrojaron el cuerpo al contenedor porque nació muerta. Su pareja fue detenida y ella estuvo bajo custodia policial hasta que fue dada de alta en el hospital. En el bloque de viviendas Diana 2000, donde residía la pareja, ningún vecino quiso comentar la noticia y sólo una vecina pudo apuntar que vio a la policía la mañana del domingo frente a los contenedores de basura, aunque no conocía a la pareja porque vivía en una escalera distinta del edificio.