Fuerzan la ermita de Zucaina y roban una talla de Cristo del XIX

Los vecinos de Zucaina han tenido que celebrar la Semana Santa sin su Cristo. La talla de madera, datada probablemente a finales del siglo XIX, desapareció de la ermita del Calvario de la localidad hace al menos una semana, después de que los ladrones asaltaran el recinto sagrado, forzando uno de los accesos, para llevarse la venerada imagen del Cristo, cuatro candelabros, una lámpara y dos inscripciones de cerámica en dos estaciones de la subida al Calvario. El robo pudo suceder hace una semana o hace dos meses. Nadie lo sabe. Tal como explicó el alcalde de la población, José María Ibáñez, las mujeres de la limpieza, que acudieron a la ermita, habitualmente cerrada, para preparar el recinto para la celebración del calvario y la Pasión, descubrieron que la imagen de madera, de unas dimensiones de 1,40x1,50 metros, no estaba en su lugar habitual. Ni siquiera el párroco de Zucaina, Elías Sanz, había notado la ausencia de la venerada talla. Más visible había sido el robo de los mosaicos del calvario, concretamente en las estaciones IX y XIII, aunque nadie temió cuando descubrieron su ausencia que los ladrones se hubieran atrevido a profanar la ermita. La investigación está ahora en manos de la Guardia Civil de Montanejos, donde tanto el alcalde como el párroco presentaron la pertinente denuncia el pasado 9 de abril. Al parecer, según informaron fuentes de la Benemérita, los presuntos ladrones forzaron una valla metálica de uno de los laterales y accedieron a la ermita por la puerta principal. Según la denuncia, fueron sustraídos el cristo tallado, así como las estaciones IX y XIII de un mosaico de cerámica que representa el viacrucis. El valor de la imagen de madera sustraída es "incalculable", no tanto por el coste material de la pieza como por la devoción de los feligreses a la imagen. En todo caso, la denuncia fija en torno a los 5.000 euros el valor económico de la talla. Con el objetivo de facilitar las tareas de investigación, el párroco de Zucaina, ahora en viaje a Roma, busca imágenes del Cristo sustraído para colgarlas en una página de internet y facilitar su localización lo antes posible.