

Secciones
Servicios
Destacamos
PACO HUGUET
Domingo, 17 de mayo 2009, 04:39
Aún no había comenzado su gran crecimiento de los años 30, pero Valencia ya era una ciudad muy poblada. El censo de 1910 fija los habitantes en 233.000: un 53% más que Sevilla y mucho más del doble que Zaragoza y Bilbao.
La pujanza demográfica se había visto impulsada por dos factores, según Josep Vicent Boira, profesor de Geografía de la Universitat de València y estudioso de este periodo: la anexión de los poblados marítimos desde 1897 y el progresivo derribo de las murallas de las últimas décadas. La ciudad comenzó a crecer por el norte y por la marginal izquierda del río.
Dos grandes proyectos urbanísticos reflejan el proceso de cambio pensado para Valencia: «El del segundo Ensanche de 1907 de Francisco Mora» y los planes de reforma interior, «mucho más destructivos, por decirlo de algún modo» y que pretendían transformar un centro histórico «de aspecto medieval».
Eran los proyectos de 1891 de Luis Ferreres, «de construir una Gran Vía por el centro histórico» ,y de 1910 de Federico Aymami, de «reforma interior»; lo que sería la futura Avenida del Oeste.
Respondían a «un concepto de modernidad» del que surgirían edificios modernistas posteriores. Ya había iniciativas similares en muchas ciudades de Europa, como la Gran Vía de Madrid, la Vía Layetana de Barcelona o el París de Haussmann, «bajo cuyas avenidas desapareció el París medieval»
Además, en opinión de Boira, Valencia ya mostraba indicios que «desmontarían el tópico de vivir de espaldas al mar». El geógrafo destaca que durante todo el siglo XIX «la primera obra pública de la provincia era el puerto, como hoy sería el AVE a Madrid o el corredor mediterráneo».
Tren directo a Madrid
Casualmente, hace ya cien años Valencia peleaba en la capital de España, «por un ferrocarril directo» con Madrid. Y mantenía «contactos económicos» con Barcelona, en pugna por desarrollar las comunicaciones del arco mediterráneo. Igualito que hoy.
¿Cómo era la verdadera Valencia, la del pueblo? Pues Boira sostiene que los datos deben derribar «la mitificación agrarista». Esta provincia era la segunda más industrial, «la segunda en aportación de impuestos» de este sector, tras Barcelona.
Pese a todo, Valencia seguía siendo fundamentalmente agraria, pero con «trasfondo» industrial. Boira señala un detalle «que ya es significativo»: Trénor dedicó el edificio principal de la Exposición (el de Tabacalera) a la Industria y no a la Agricultura.
La tendencia industrial de la ciudad y la provincia, en opinión de Josep Vicent Boira, se interrumpió en los años 30. En términos económicos, «si hay una región especialmente perjudicada por la Guerra Civil, es Valencia».
En el ámbito político, la ciudad de la Exposición que inauguró el rey Alfonso XIII era un tanto incómoda para la Corona. No era «muy afín a la monarquía».
«Valencia era blasquista». Como ejemplo, y aunque el alcalde lo nombraba el gobernador: veinte días antes de empezar la Exposición hubo elecciones municipales y triunfaron 15 republicanos (14 eran del PURA de Vicente Blasco Ibáñez) frente a 10 representantes, entre conservadores (5), carlistas (2), demócratas (2) y liberales (1).
Y aunque la Exposición fue una inicitiva «más bien conservadora», pero tuvo la capacidad de «aunar los esfuerzos republicanos y de todo el pueblo».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Tres días de desfiles de Moda Norte en Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.