Un millar de bares valencianos, abocados a cerrar este año

Varios frentes condicionan la supervivencia tras el verano de un millar de bares y restaurantes en la Comunitat Valenciana. Al factor insustituible en la coyuntura actual que es la crisis económica, se suman la reordenación de los chiringuitos playeros por la aplicación de la Ley de costas y el posible endurecimiento de la Ley del tabaco, que impedirá encenderse un cigarrillo en cualquier establecimiento público.

La cifra de locales hosteleros que se verán perjudicados supera los 5.000 en el ámbito nacional, según la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), de los que alrededor de 1.000 pertenecerán a la Comunitat, según una estimación del secretario general de UPTA-PV, Sergio Capelo: «Por lógica y el peso tradicional del sector en la región, la cifra oscilará entre esos dígitos».

El mismo Capelo opina que las nuevas medidas para regular el uso del tabaco «van en contra de los hosteleros que efectuaron reformas en sus locales para dividirlos en zona de fumadores y en espacios libres de humo». Por ello pide al Gobierno que elabore leyes claras, que perduren en el tiempo y, en este caso concreto, que sea efectiva en todas las comunidades autónomas.

Desde el departamento de Política Sectorial de UPTA también valoraron negativamente la modificación de la Ley del tabaco porque «supondría un jaque mate para la pequeña hostelería» y porque a los empresarios que invirtieron en sus locales tras la promesa de Elena Salgado (antigua ministra de Sanidad) de que la ley se mantendría en el tiempo, «todavía no han podido rentabilizar sus inversiones».

Respecto a la problemática de los chiringuitos, locales que emplean a más de 40.000 personas en España, Capelo remarca la necesidad de conjugar la Ley de costas con la realidad del turismo en la Comunitat. «Es primordial mantener las playas al mayor nivel de calidad pero sin perder sus atractivos; por eso no se debería dejar construir más, o rebajar el tamaño de los chiringuitos, pero evitando su desaparición».

Por esto, desde la asociación son partidarios de que la adaptación a la Ley de costas debería tener en cuenta las condiciones urbanísticas, medioambientales y socioeconómicas de cada comunidad.

Afortunadamente para los hosteleros, según un estudio de ING Direct, los españoles son reacios a renunciar a la comida y a sus vacaciones, incluso en tiempos de crisis. La tradición del tapeo y las cañas garantiza su futuro.