Unidos por 'Malas Pulgas'
Los jóvenes radicales juzgados por la Audiencia Nacional fueron novios tras conocerse en un local okupa de El Cabanyal
J. A. M.
Martes, 6 de octubre 2009, 02:29
Las ideas radicales en común estrecharon los lazos entre Amanda y Eduardo José. El local okupa Malas Pulgas, situado en la calle Doctr Lluch y clausurado a finales de 2002 por orden judicial, fue testigo de una relación amorosa que creció de la mano del movimiento anarquista, el rechazo al sistema capitalista y, finalmente, el uso de la violencia.
Amanda Cerezo era una firme anarquista de El Cabanyal, de pequeña estatura y carácter fuerte, decidido y beligerante. Frecuentaba la sede del Ateneo Libertario desde que se abrió a finales de los 90. Los vecinos del barrio la conocían por su peculiar peinado rapado y con trenzas. A ella no la temían más que al perro de raza agresiva con el que la joven solía pasear por la calle.
Eduardo José llevaba una vida aparentemente normal. Estudió hasta segundo de Mecánica en el Centro de Formación Profesional de El Cabanyal pero acabó dejando los libros y se puso a trabajar. Estuvo empleado como albañil, fontanero y picapedrero. Cuando fue detenido estaba opositando para celador y sus gustos musicales oscilaban entre el rap y el ska.
Según explicó su madre, Amparo, «estaba muy integrado en el movimiento okupa y se juntaba con esta gente para pasar el rato». La mujer ha defendido en todo momento la inocencia de su hijo. «El único crimen de mi hijo es tener otras ideas políticas», aseguró cuando fue detenido en Valencia.
La serie de sabotajes con artefactos incendiarios que imputan a la pareja comenzó tras el desalojo del local de Malas Pulgas, en octubre de 2002, por parte de la Policía Nacional.
Poco después agentes de Información fotografiaron a la pareja en una violenta protesta antiglobalización que tuvo lugar en Grecia, con motivo de una cumbre europea. La manifestación antisistema desencadenó graves disturbios, con lanzamientos de cócteles molotov y la quema de varios locales.
El mismo día que estalló la carta bomba en Correos, Amanda y Eduardo José se marcharon a Italia. La policía mantuvo la sospecha de que los jóvenes valencianos estuvieron en contacto con organiaciones anarquistas italianas, como Las Cinco C y Lotta Continua. De hecho, el ataque incendiario a un cajero automático en la calle Explorador Andrés fue reivindicado con un correo electrónico firmado con un falso nombre: Severino di Giovanni.
El italiano era un histórico ideólogo de la anarquía cuya doctrina se basaba en la «violencia contra la violencia y el derecho de matar al tirano». Fue un activo luchador contra Mussolini, considerado como mártir por los anarquistas tras ser fusilado en 1931.
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