

Secciones
Servicios
Destacamos
E. P. R.
Miércoles, 7 de octubre 2009, 09:37
Son los documentos que acompañan al Reino de Valencia en su nacimiento como pueblo. El rey Jaume I, en su meticulosidad por anotar las cartas y órdenes más importantes de la Cancillería Real, generó numerosa documentación que, siglos atrás, ofrece una valiosa información sobre cómo se fueron repartiendo los territorios conquistados entre quienes ayudaron al monarca en la campaña valenciana, las concesiones a la nobleza, sobre todo, y las leyes que fue promulgando basadas en 'els costums' de la ciudad de Valencia.
Aunque los originales de las diferentes compilaciones de fueros (se dictaron más de 5.500 artículos) no se conservan, sí que han perdurado a lo largo de 700 años algunas de las copias realizadas para juristas en los siglos XIV y XV. En algunos casos, como el ejemplar de 'Els Furs de València' que se conserva en el Archivo Municipal de Valencia, fue el desgaste que sufrió el original por el uso lo que hizo necesario realizar una copia.
Pero esta compilación es una de las pocas que permanece actualmente en la Comunitat. La mitad de los códices que se conocen sobre los fueros y los privilegios concedidos a instituciones están fuera de la Comunitat. Son 19 los documentos principales, algunos de los cuales pueden contemplarse hasta el próximo 8 de diciembre en la sala de exposiciones del Centro Arqueológico de l'Almoina. Nueve se custodian en instituciones valencianas (archivos municipales de Valencia, Alzira y Xàtiva, Biblioteca Municipal de Valencia y Archivo de la Catedral de Valencia). El resto están principalmente en Madrid y Cataluña, salvo un libro de privilegios que se guarda en el Archivo Secreto del Vaticano. Fuera de la Comunitat pueden encontrarse estos preciados documentos en el Archivo de la Catedral de Tortosa, la Biblioteca del Monasterio del Escorial, la Biblioteca de Catalunya, la Real Academia de Historia de Madrid y el Archivo de la Corona de Aragón.
Una explicación a esta dispersión de fondos la ofrece el comisario de la muestra 'Els Furs. La identitat d'un poble', Vicente García Edo. El profesor de Historia del Derecho Español de la Universitat Jaume I señala que los códices en manos de juristas fueron heredados por sus familias o los nobles para los que trabajaban y acabaron en las ciudades donde estos arraigaron.
En otros casos, siguen vinculados a las instituciones (reales, eclesiásticas o nobiliarias) a las que fueron concedidos privilegios. En los menos fue la casualidad la que llevó documentos lejos de Valencia, como en el caso del códice del Archivo de la Catedral de Tortosa. Este manuscrito fechado entre los siglos XIV y XV fue encontrado hace más de 40 años en un pueblo castellonense por mosén Manuel Viña, quien lo rescató prácticamente de las llamas. Sus herederos lo donaron posteriormente a la seo tarraconense.
No de las llamas, sino de un futuro fuera de España, se salvó otro códice foral, propiedad de la Biblioteca de Catalunya. Según explica García Edo, fue comprado por la Diputación de Barcelona en el mercado de antigüedades español a principios del siglo pasado.
Corona de Aragón
Hasta cuatro libros de privilegios (tres de ellos recientemente localizados por la historiadora valenciana Josefa Cortés, según apuntan fuentes de la Generalitat Valenciana) pertenecen al Archivo de la Corona de Aragón, creado por decisión de Jaime II, en 1318. Durante tres siglos, tuvo la consideración de Archivo Real, donde los reyes guardaban toda la documentación referida a la Corona aragonesa, en la que estaba integrada el Reino de Valencia.
Muchas de estas instituciones han cedido ahora estas piezas, que acumulan hasta seis siglos de historia, para la exposición sobre 'Els Furs de València', organizada por la Conselleria de Gobernación con motivo de la celebración de 9 d'Octubre, día en el que, en el año 1238 un Jaume I victorioso entró por primera vez en la ciudad y actualmente festividad de la Comunitat.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
El Poyo, la crónica de la catástrofe que nadie vio
Héctor Esteban
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.