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MIKEL LABASTIDA
Miércoles, 7 de octubre 2009, 03:00
Tienes quince segundos para imaginar; si no se te ha ocurrido nada, a lo mejor deberías ver menos la tele. Toda una generación recordará esta frase con la que el programa de TVE 'La bola de cristal' incitaba a apagar la televisión y motivaba para que los más pequeños leyeran, jugarán o se dedicaran a otros menesteres. Por iniciativas como esta el espacio que dirigió Lolo Rico se ha convertido en un clásico que ayer cumplió 25 años y que nadie ha olvidado.
El 6 de octubre de 1984 los niños españoles se sentaban frente a la pequeña pantalla y se sorprendían con un universo que llegaba de la mano de Alaska que, con su vanguardista look, se alejaba bastante de presentadoras infantiles a los que los espectadores estaban acostumbrados como María Luisa Seco. La clave del éxito de este programa de fin de semana residía en que trataba a los niños como adultos y en la variedad de contenidos que proponía.
Según fuentes de TVE, el magacín comenzó en 1984 con 100.000 seguidores y terminó cuatro años después con una audiencia que rondaba los cinco millones de espectadores. Para entonces no había nadie que no conociese a la bruja Avería, los electroduendes y que no tararease «Zoom, zoom, faradio, faradio, zoom, zoom, y me importa un vatio...».
Música, recomendaciones de libros y películas, humor, debate social y series emblemáticas como 'Embrujadas' o 'La familia Monsters' eran los principales ingredientes de este programa.
«Sólo no puedes, con amigos sí», era otra de las sentencias que proclamaba 'La bola de cristal'. Y los amigos que colaboraban en el espacio se multiplicaban. Unos casi desconocidos Pedro Reyes, Pablo Carbonell o Anabel Alonso compartían plató con cantantes como Loquillo, Gurruchaga, Kiko Veneno o Santiago Auserón.
Tras 25 años, la bolamanía continúa. En este tiempo se le ha dedicado al espacio homenajes, se han editado bandas sonoras, libros y emisiones en DVD. Lo que nunca ha hecho ninguna cadena en España después es intentar realizar un experimento similar. El tono de los espacios infantiles posteriores se rebajó bastante. Llegaron 'Cajón desastre' o 'Los mundos de Yupi', con un espíritu más lúdico y menos crítico.
Críticas sociales y políticas
A juicio de la creadora del formato, Lolo Rico, resulta imposible repetir algo similar en una televisión como hoy, en la que apenas hay espacios dirigidos a niños. La libertad con la que contaba el equipo de 'La bola de cristal', que le permitía ser crítico con políticos de la época, fue otra de las razones por las que gozaron del favor del público. Los electroduendes protestaban contras algunas decisiones de Reagan y se mostraban contrarios a la entrada de España en la OTAN, por ejemplo.
La bruja Avería proclamaba «Viva el mal, viva el capital» y defendía fervientemente el libre mercado. Puede que por aquel entonces muchos niños no entendiesen la totalidad de lo que los personajes declamaban, pero se iban quedando con algunos mensajes.
Dicen que cuando los gobernantes de la época pidieron que se rebajase el tono, el magacín acabó. Sin libertad absoluta no era posible seguir. Y cuando el 25 de junio la bola se apaga comienza la leyenda. En la actualidad hay webs que piden su reposición y movimientos sociales que beben de su espíritu, algo inimaginable que pase con un programas de hoy en día.
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