El Renacimiento de la antigua Corona de Aragón aflora en el Museo de Bellas Artes
El San Pío V expone un centenar de obras nunca vistas en la ciudad, desde pintura hasta orfebrería, así como las esculturas del valenciano Damián Forment, considerado el mejor artista del periodo
ALEJANDRO PLÀ
Jueves, 22 de octubre 2009, 03:26
El Renacimiento es un periodo de esplendor artístico que irradió desde Italia para toda Europa. España, debido al régimen en el que se encontraba, disfrutó de él apenas un siglo cuando en el resto del continente se extendió doscientos años. Pese a ello, dicho 'esplendor' tuvo especial relevancia en la Corona de Aragón, en la que se integraban las tierras valencianas. Y de nuestras tierras emergió el que sería el escultor más brillante de todo ese periodo: Damiàn Forment. Este artista encabeza las obras (más de cien) que hasta el 10 de enero expone el museo de Bellas Artes de Valencia bajo el título 'El esplendor del Renacimiento en Aragón'.
La muestra, que va desde la orfebrería hasta la pintura pasando por la escultura, presenta un conjunto de piezas cedidas por instituciones como El Prado, el MNAC de Barcelona, la Biblioteca Nacional, el Arzobispado de Zaragoza (que se suma a las 25 colecciones eclesiásticas) y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre otras, además de las aportaciones de tres colecciones privadas. En total, se trata de 118 obras de una época en la que del Reino de Aragón emergieron figuras como Miguel Servet o artes como la propia música polifónica.
El recorrido expositivo se inicia con una sección que, a modo de preámbulo, pone de relieve la influencia del estilo gótico internacional y de los modelos del arte flamenco. En este apartado destaca la escultura 'El Ángel Custodio' de Pere Joan, realizada en alabastro policromado, un material «fundamental» en Aragón, señaló la comisaria, Carmen Morte.
La segunda parte de la muestra, centrada ya en el período renacentista, arranca con un grupo de obras que dan cuenta del paso de los esquemas góticos a los renacentistas en una síntesis entre los lenguajes artísticos flamencos e italianos.
Damián Forment tuvo que irse a vivir a Aragón porque en el periodo citado Valencia dejaba poco espacio más allá de las artes pictóricas. Como todo era pintura en la ciudad del Turia y como en la cuencas del Ebro se extraía un alabastro de calidad extrema (el propio rey de Portugal mandaba ir a comprarlo hasta Aragón), Forment trasladó su arte escultural a la actual capital maña.
Junto a los trabajos de Forment y sus discípulos, se pueden contemplar en esta muestra itinerante (viene de Bilbao para luego marchar a Zaragoza) la de otros autores coetáneos, como el francés Gabriel Joly, el italiano Juan de Moreto y el aragonés Gil de Morlanés 'El Joven', que concretaron durante el primer tercio del siglo XVI el nuevo estilo de la edad de oro de la plástica aragonesa.
En la etapa final de escultura aragonesa, a partir de 1570, se sitúa la corriente romanista eo nuevo clasicismo, representada por el escultor vasco Juan de Anchieta. Por lo que respecta a la pintura, fue importante el papel de duque de Villahermosa, Martín de Gurrea y Aragón, quien contactó con los artistas Pablo Scheppers y Rolán de Moys para que trabajara a su servicio. Las obras de estos autores flamencos, que estuvieron en Italia, señalaron las principales directrices de la pintura aragonesa del final del Renacimiento.
Llamará la atención al visitante la imponente presencia de las diferentes esculturas de Jesucristo Crucificado que dan la bienvenida en las distintas áreas en que se divide la exposición. Como también destacan algunas piezas de gran valor como la urna funeraria de la infanta María, hija del Rey Jaime I, cuyos restos no aparecieron hasta el siglo XVI.
La muestra, impulsada por el Consorcio de Museos de la Comunitat y el Gobierno de Aragón, fue presentada por el secretario autonómico de Cultura de la Generalitat, Rafa Miró, el viceconsejero de Educación y Cultura del Ejecutivo aragonés, Juan José Vázquez Casabona, los directores de los museos de Bellas Artes de Valencia y Zaragoza, Fernando Benito y Miguel Beltrán, respectivamente, y la comisaria del proyecto, Carmen Morte.
Miró quiso destacar la faceta «didáctica» de la muestra e hizo hincapié en que recoge dos siglos de plástica en el reino aragonés además de ofrecer obra «nunca antes vista en Valencia».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.