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BURGUERA
Domingo, 22 de noviembre 2009, 02:14
Los libros conviven felizmente entre ipods, pdas, partidas online y sms gracias a los lectores; es decir, gracias al dinero, de modo que ser escritor se ha convertido en una opción para aquellos que escriben bien y logran conectar con el público, dos factores que dominan un puñado de valencianos que se codean en las librerías con superventas suecos, británicos o estadounidenses. Santiago Posteguillo es el último de estos afortunados. En un mes ha vendido más de 50.000 ejemplares de 'La traición de Roma', el cierre de la trilogía sobre Publio Cornelio Escipión.
Posteguillo buscó y encontró su premio al décimo sexto intento. En las 15 ocasiones precedentes le negaron el pan y la sal. «Me acaba de llamar mi editora para decirme que se reeditan las tres novelas», explicó a LAS PROVINCIAS este profesor de literatura inglesa de la Universidad Jaume I (UJI) de Castellón. Vendió 40.000 ejemplares de 'La traición de Roma' en dos semanas, y va ya por la quinta edición de la tercera parte de la serie sobre el general romano. De la primera entrega, 'Africannus', se lanza ahora la décima edición y de 'Las legiones malditas' aparecerá la décimo quinta. En total, la friolera de 200.000 copias.
Cuestión de constancia y de suerte en un arte, el de escribir, que puede ser un modo de vida que la tecnología aún no ha engullido.
En realidad, el potencial escritor vive actualmente en una especie de florido pensil gracias al aroma que brota de los más de 2.000 concursos literarios que se celebran en España. Entre bromas y veras, desde los premios de Torrevieja, el Planeta hasta los accésit de pequeños municipios, hay más de dos millones de euros de premios en juego.
Saltar de la fase de concursante profesional a la de escritor consagrado es complicado. Es cierto que si se leen con detenimiento los libros que acaparan mayores ventas, quizá se deduzca un modelo, una receta exitosa. No es casual que en 2008 se publicasen 400 novelas históricas. El pasado vende. Ken Follet (¿alguien no leyó 'Los pilares de la Tierra'?) ha desgranado este tipo de fenómeno. Un libro de éxito no surge de la nada, se escribe desde la estrategia y se desarrolla mediante la táctica. Sin embargo, que parezca sencillo no supone que lo sea. Alcanzar la sencillez requiere de un complicado esfuerzo.
El gran ejemplo moderno de superventas valenciano es Matilde Asensi. La alicantina fue finalista del Gabriel Miró en 1996, el mismo año en que ganó el premio de cuentos en el XV Certamen Literario Juan Ortiz del Barco, en Cádiz. Tres años después apareció 'El salón de ámbar', un gran arranque al que siguieron seis novelas más, con un saldo superior a los tres millones de ejemplares vendidos, una auténtica máquina de despachar libros desde Corea del Sur ('El último Catón', su gran trampolín hacia el éxito mundial, está en librerías de Asia, Europa y América) hasta Estados Unidos (donde además de su Catón, se publicó 'Todo bajo el cielo').
Similitudes
«Tiene un mérito muy grande que Asensi logre mantener al lector atrapado de principio a fin empleando principalmente una sola trama», explica Posteguillo, quien reconoce «similitudes» con la superventas alicantina «porque los dos trabajamos la novela histórica», si bien el autor de la trilogía sobre Escipión se reconoce «más coral» a la hora de elaborar la estructura del texto. Ya se verá si su camino le conduce por los mismos derroteros exitosos por los que deambula Asensi, que le han permitido dejar el periodismo para consagrarse a la literatura, algo que Posteguillo no contempla, al menos a corto plazo.
«A mi me gusta mucho dar clase. Además, para poder vivir de la literatura hace falta un éxito arrollador incuestionable», admite el profesor de la UJI.
Un camino diferente para, no obstante, convertirse en un fenómeno literario similar es el seguido por Laura Gallego. Lectora compulsiva, Gallego (Quart de Poblet, 1977) puso en blanco y negro 'Memorias de Idhun' en 2004, una historia que tramaba desde que tenía 14 años. La desbordante imaginación de esta valenciana la ha convertido en una superventas con cerca de un millón de copias vendidas de sus libros, que cautivan a lectores especialmente jóvenes, defensores acérrimos de una trayectoria que continúa cosechando éxitos a través de las dos entregas sobre Arhiel, la heroína de 'Alas de fuego' y de 'Alas negras'.
Y no hay que olvidar la dilatada trayectoria de otros autores nacidos en la Comunitat pero que hacen carrera (y vida) en Madrid, como es el caso de Juan José Millás ('El mundo' ganó el Planeta en 2007 y vendió más de 380.000 ejemplares) o Manuel Vicent. Y lo mismo sucede con la alicantina Elia Barceló, residente en Austria y muy respetada en los círculos de la ciencia-ficción. La literatura, en tiempos tecnológicos, aún da para mucho y para muchos.
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