Borrar
Urgente Una avería de tensión provoca cortes y retrasos en la circulación de Cercanías de Valencia
Marisol González, Juan Alfonso Gil Albors, Ascensió Figueres, Ramón Ferrer y Antoni Ferrando, en el pleno de la AVL del pasado viernes.
Figueres o el abismo
POLÍTICA

Figueres o el abismo

El Consell ve a la ex diputada como única opción para presidir la Acadèmia, pese al fracaso de la primera votación

J. C. FERRIOL

Domingo, 24 de septiembre 2006, 06:51

y por qué Ascensió Figueres no puede volver a ser candidata a presidir la Acadèmia Valenciana de la Llengua?”. La pregunta se la hacía ayer un destacado miembro del Consell en relación con las consecuencias de la votación que el pleno del ente normativo realizó el pasado viernes, y cuyo resultado –empate a nueve entre la propia Figueres y Josep Palomero– impidió la elección del nuevo presidente de la institución.

La situación en que queda la AVL ahora no es sencilla. El Gobierno valenciano no está dispuesto a permitir que el ente normativo esté dirigido por alguno de los académicos avalados por el sector universitario. Entre otras razones, porque sigue convencido de que esa posibilidad equivaldría a entregar el control de la Acadèmia al PSPV. Y eso, en vísperas de las elecciones de 2007, constituye un riesgo, el de abrir una grieta en el discurso del PP de defensa del valencianismo, que la dirección de los populares no está dispuesta a permitir.

El Ejecutivo que preside Francisco Camps es consciente de que una Acadèmia que no mantenga una relación coordinada con el Consell puede ser utilizada en la confrontación política. Y la razón de ser de la Acadèmia es justo lo contraria: sacar del rifirrafe político el debate lingüístico.

¿Y quién puede garantizar la estabilidad en la institución? A juicio del Consell, la única persona capacitada para realizar esa labor es Figueres. La ahora presidenta en funciones –licenciada en Filología y ex diputada popular– ha conseguido a lo largo de los últimos cinco años mantener cierta posición ascendente, sobre los académicos provenientes de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV), y al mismo tiempo, alcanzar acuerdos con los avalados por la Universitat. Es decir, ha demostrado ser capaz de llegar a acuerdos y ha liderado el proceso para acabar con la división en bloques en el seno de la institución.

Gestiones de Escudero

El proceso de elección de la junta de gobierno ha sido otra cosa. Las gestiones realizadas por la vicesecretaria general de los socialistas valencianos, Isabel Escudero, sirvieron para que algunos de los académicos cercanos a la Universitat, que no pensaban respaldar a Palomero, acabaran haciéndolo. El paso atrás de algunos de los miembros del ente normativo avalados por el PP terminaron por impedir la reelección de Figueres.

Desde el Consell, la opción de una candidatura de consenso cuenta con todo el respaldo. Pero, la presidencia debe seguir ocupada por Figueres. El tándem Pérez Saldanya-Emili Casanova, propuesto el viernes por algunos académicos como fórmula de acuerdo para resolver esta situación, no se contempla con excesivo optimismo. De hecho, se cree que el consenso de que ha hecho gala la institución normativa en la gran mayoría de acuerdos de los últimos cinco años acabaría rompiéndose.

Por el contrario, las fuentes consultadas por este diario consideran que el acuerdo en el seno de la institución debe pasar por recuperar la mayoría que Ascensió Figueres tenía poco menos de cuarenta y ocho horas antes de la sesión plenaria del pasado viernes. Y para ello, parece imprescindible volver a entablar contactos con los académicos propuestos por la RACV, a los que se les atribuye el protagonismo en la fuga de votos de la candidatura de Figueres.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Figueres o el abismo