El sector valencianista de la Acadèmia exige garantías a Figueres de que el ente no se radicalizará

La Acadèmia Valenciana de la Llengua tendrá el próximo viernes, día 20, su segunda oportunidad para renovar a la junta de gobierno que dirige la institución. Tras lo ocurrido en el pleno del 22 de septiembre, en que Ascensió Figueres y Josep Palomero empataron a nueve votos, el ente normativo valenciano vuelve a afrontar un proceso en el que cualquiera de los aspirantes a presidir la institución, los dos mencionados y Emili Casanova, debe sumar apoyos de las dos sensibilidades lingüísticas.

Hace ahora un mes, Figueres llegó a la sesión plenaria con la mayoría garantizada. Sin embargo, un cambio de criterio por parte de algunos de los académicos del sector valencianista –proveniente de la RACV– le dejó a las puertas de alcanzar su objetivo.

Para el pleno del viernes, la situación parece similar. Los académicos del sector valencianista consideran que Figueres debe realizar algún gesto que les garantice que el ente normativo no va a radicalizarse con la nueva junta de gobierno. La presidenta mantiene su intención de situar a Manuel Pérez Saldanya (que ayer formalizó su candidatura) como vicepresidente, y a Verónica Cantó como secretaria –ambos propuestos desde la Universitat–. Las fuentes del sector valencianista consultadas por este diario sostienen que, aunque no es necesario que se produzca un cambio en las personas que Figueres propone para la junta de gobierno, sí que es imprescindible que la presidenta de la institución garantice que el protagonismo y el peso específico de los académicos procedentes de la RACV no se va a perder.

Desde este sector se subraya que, cuando Figueres mantuvo una reunión –la víspera del pleno del mes pasado– con el vicepresidente Víctor Campos, la representación de miembros de la RACV fue escasa –sólo acudió Ramón Ferrer–. El resto de académicos que pertenecen a esa sensibilidad consideran que la presidenta ofreció una imagen de suficiencia que quizá le perjudicó. No obstante, sugirieron que si Figueres rectifica ese gesto, volverán a darle su apoyo.