Gandia cede a Benirredrà el uso de la ermita del siglo XVI para celebrar el Porrat

“Ya hemos salvado la ermita de Sant Antoni y Santa Bárbara”. Los trabajos de recuperación de este edificio de Gandia del siglo XVI, -que estaba prácticamente destrozado-, están finalizando después de tres años de rehabilitación, según explicó ayer el concejal de Planificación y Proyectos de esta ciudad, Josep Miquel Moya, durante una visita al inmueble.

Las obras van a “muy buen ritmo”, lo que permitirá que el próximo mes de febrero el tradicional Porrat se celebre de una manera “muy especial” teniendo como principal escenario este monumento.

El Ayuntamiento de Gandia firmará el jueves un convenio con el Consistorio Municipal de Benirredrà a través del cual se determinarán los usos de este antiguo edificio religioso una vez concluya la restauración.

El acuerdo compromete a Benirredrà a ceder a Gandia el uso de las instalaciones para el acabado de la ermita relacionadas con la luz, el agua o el alcantarillado. Por su parte, la ciudad ducal le otorga al municipio el espacio para realizar celebraciones o eventos, como es el Porrat.

“El convenio lo signamos porque la ermita es patrimonio de Gandia y de Benirredrà”, resaltó ayer el regidor Moya.

Este pacto intenta que el Consistorio Municipal de Gandia no tenga “nunca” la necesidad de intervenir en la ermita porque se encuentre en peligro.

Conservar el patrimonio

“Queremos tener el patrimonio de la ciudad en buen estado de conservación”, insistió el regidor nacionalista, quien agregó: “No nos ha de volver a pasar llegar al extremo del deterioro en el que se encontraba este inmueble. Caía la ermita y decaía con ella también el ánimo de los ciudadanos”.

Actualmente, los trabajos en este edificio están viviendo su última etapa. Se están centrando en el remate de la recuperación artística a cargo de la escuela de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia.

Las instalaciones están realizadas y el muro perimetral completamente acabado. “Falta recuperar el camino, que también es del siglo XVI, la pavimentación del exterior y del interior, la pintura y la carpintería”, manifestó Moya. Para la mejora del camino peatonal se ha invertido cerca de 600.000 euros.

Las tareas no han sido nada fáciles. “Se han rescatado las pinturas que aparecieron en los muros, y que se desconocía que existían, así como las molduras y las puertas de acceso a las diferentes capillas”, argumentó.

El alcalde de Benirredrà, Pasqual Ivars, coincidió con Josep Miquel Moya en que la evolución de las obras está siendo muy “satisfactoria”.

Un Porrat “especial”

La máxima autoridad municipal expresó también que de cara al próximo Porrat, le gustaría que este evento marcara “un antes y un después”. Y aunque todavía es pronto para informar sobre el programa y sobre todas las actividades que se van a desarrollar, Ivars aseguró que el Consistorio se esforzará por realizar un Porrat especial que tendrá como eje principal la visita a la ermita, tal y como se hacía antaño.

“Queremos que se rescaten las antiguas tradiciones como eran subir a la ermita y comer allí en honor a Sant Antoni una vez al año”, indicó Moya.

No se descartan organizar conferencias informativas sobre la ermita para que todo el mundo conozca los entresijos de este monumento histórico. El proyecto de rehabilitación de la ermita de Sant Antoni y Santa Bárbara se ha acometido por fases. En la actualidad, se está desarrollando la última.

El arquitecto encargado de este plan, Ignacio Lafuente, ya explicó que el grafito que se halló por debajo del enlucido era, probablemente, del siglo XVII y que presentaba “motivos de carboncillo”.

Cuando los trabajos concluyan se habrá destinado aproximadamente un millón de euros para recuperar un edificio emblemático del siglo XVI y, concretamente, del año 1585.

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