Fallece José María Aragón, cirujano de la plaza de toros de Valencia

Ayer falleció en Valencia el doctor José María Aragón Caro, víctima de una larga enfermedad que lidió con ejemplar entereza y su proverbial buen ánimo. Nacido en Ávila hace 66 años, sin renunciar nunca a sus raíces castellanas y andaluzas se consideró siempre valenciano por haberse criado en Pobla Llarga, donde su padre ejerció la medicina durante cuarenta años. El sepelio tendrá lugar hoy a las 14 horas en el Tanatorio Municipal de Valencia.

Médico vocacional y cirujano de reconocido prestigio, José María fue miembro del Servicio de Cirugía General del hospital La Fe y responsable del Urgencias Quirúrgicas de casa de la Salud.

Llevado por su gran afición a los toros, durante los últimos veinticinco años formó parte del equipo médico de la plaza de toros de Valencia, primero junto a su amigo y maestro don Felipe de Luz y más tarde como responsable máximo de la enfermería del coso valenciano donde atendió los más comprometidos percances. También ejerció como médico en las plazas de Utiel, Requena, Chelva y Benaguasil cuando se dieron festejos.

Muy querido

Su experiencia y conocimientos quirúrgicos y sobre todo su trato próximo y cálido con los enfermos y heridos, le granjearon la más ferviente devoción de sus pacientes, especialmente de los toreros a los que siempre estuvo presto a atender sin distinción del cartel que tuviesen o donde hubiesen caído heridos.

Lo mismo sucedía con cuantos no toreros acudían al doctor. Todos ellos encontraban siempre la ciencia del médico y el trato entrañable de un hombre especialmente bueno.

En su condición de aficionado era conocida su debilidad por Rafael de Paula, de quien fue amigo personal y más tarde de Joselito, aunque no se le escuchó nunca el menor reproche o crítica hacía ningún torero por los que sentía una gran admiración. El toreo y la medicina pierden un gran hombre.

El cirujano acudió el 31 de marzo de 2003 a Aula LAS PROVINCIAS, donde impartió una conferencia sobre la muerte de Manolete. Con un auditorio abarrotado, José María Aragón afirmó que “una errónea transfusión de sangre causó el fallecimiento de Manolete”.