La ‘fatwa’de la Salgado

El día que la ministra Salgado se pase por la Feria del Embutido de Requena, lanzará una contra el , pérfidos e insidiosos productos, según la integrista alimentaria, y exquisitos bocados, según mi humilde y melancólico paladar.

Desde que comenzara la cruzada contra la obesidad, los templarios de Sanidad han demonizado la comida basura hasta denunciar, en estos últimos días, la existencia de terribles grasas en los productos de una cadena de que se ha negado a retirar la publicidad de su hamburguesa XXL.

La razón que da la ministra es que el anuncio promueve el consumo de hamburguesas grandes. ¡Qué tranquilidad saber que nuestros gobernantes entienden los anuncios e incluso los pillan! En efecto, de eso se trata: de incentivar el consumo de hamburguesas grandes. No vende cereales integrales para adelgazar sino la mayor hamburguesa de su producción.

Salgado tiene razón cuando apela a los acuerdos alcanzados para prevenir la obesidad infantil y también cuando alerta del riesgo de que los niños consuman demasiadas grasas y calorías, pero asusta el comportamiento prohibicionista del Ministerio. Lo siguiente será establecer un baremo que marque el tamaño de las raciones de modo que, fuera de esos límites, llegará una multa. Como en el tabaco, si es tan perjudicial, no deberían permitirse los beneficios sobre el daño ajeno. En función de eso, el Ministerio decidirá cualquier día la subvención a establecimientos de pues nada mejor que los bocados exquisitos de muestra, esos que ayudan a mantener la línea, especialmente, la línea de flotación porque uno se vuelve tan ligero con el estómago vacío que flota por el espacio sideral.

Con la nueva disciplina “de racionamiento”, quizás sea necesario prohibir las macropaellas que incitan a comer mucho arroz y repetir, si es posible, con , las calderadas de todo tipo o las ferias del embutido, es decir, la mayor parte de las fiestas de nuestra Comunidad que son, como todos sabemos, verdaderos homenajes populares a los maléficos triglicéridos.