El Consell tacha de “injerencia” que Zapatero financie la promoción del catalán en la Comunitat

El Gobierno valenciano cargó ayer las tintas contra el Ejecutivo central por conceder una subvención a la fundación valenciana Ausiàs March para promocionar la lengua y la cultura catalanas en la Comunitat. Palabras como “agresión”, “injerencia intolerable” o “desprecio” fueron algunas de las que utilizaron el portavoz del Consell, Vicente Rambla, y el conseller de Cultura, Alejandro Font de Mora, para describir los hechos.

Rambla criticó el apoyo de los socialistas, incluidos los valencianos, a la enmienda presentada por Convergència i Unió (CiU) para conceder un millón de euros a la entidad, vinculada a Eliseu Climent. Tal y como publicó ayer LAS PROVINCIAS, el grupo socialista aceptó la enmienda a los presupuestos Generales del Estado el miércoles por la noche.

El portavoz del Consell afirmó que no hay ningún problema en que el Gobierno central apoye la difusión de una lengua oficial, pero sí es criticable cuando lo hace para entrometerse en los asuntos de otra región, como es este caso. De hecho, esta es la primera vez que una institución ligada a Climent –máximo impulsor de Acció Cultural del País Valencià– recibe una subvención por parte del Gobierno central.

Desprecio a la Comunitat

El portavoz del Consell criticó también que los socialistas valencianos apoyen este tipo de propuestas y no reivindiquen ante el Gobierno más implicación con proyectos como el Palau de les Arts “que ni siquiera son contemplados por el Gobierno Zapatero”.

El conseller tachó de “sorprendente y lamentable” la actitud de los socialistas valencianos y afirmó que el Consell sólo pide al Gobierno que tenga la misma sensibilidad con la difusión de la cultura valenciana que con la catalana. “El Gobierno muestra un claro desprecio hacia los valencianos que los socialistas valencianos apoyan”, indicó.

Este no es el primer enfrentamiento que mantienen Generalitat y Gobierno por la identidad del valenciano como tema de fondo. Desde que el PSOE llegó a la Moncloa en 2004, ha habido serias discusiones por la catalogación como catalanes de los textos valencianos en la Biblioteca Nacional, el memorándum de las lenguas del Ministerio de Exteriores, en el también se hablaba de la unidad lingüística o la petición de ERC el pasado año de que se reconociera que catalán y valenciano eran la misma lengua como condición para apoyar los presupuestos del Estado.

Pese a estos antecedentes, Rambla indicó que el Gobierno central “no conseguirá laminar el progreso cultural y social de la Comunitat por mucho que lo intente”.

Font de Mora, por su parte, afirmó que el respaldo del Gobierno a la Fundación Ausiàs March es una “injerencia intolerable” y señaló que el Ejecutivo central ha cometido una “agresión a la esencia cultural de la Comunitat”.

El titular de Cultura señaló que la debilidad en la que se encuentra el Gobierno socialista por la presión a la que es sometido por los nacionalistas catalanes provoca situaciones como esta “en la que se da un millón de euros a una entidad para introducir elementos que son ajenos a nuestra cultura”.

También Unió Valenciana y Coalición Valenciana se sumaron a las críticas al Gobierno. El secretario general de UV, Lluís Melero, acusó a Zapatero de ser “cómplice activo de la expansión de la cultura catalana en territorio valenciano”. Para el presidente de Coalición, Juan García Sentandreu, la reedición del tripartito catalán pone en peligro las señas de identidad de los valencianos.

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