Tolerancia cero a las “bolas”

Los niños conocen bien la rabia que da hacer una pompa de jabón enorme y que un gracioso la explote. Eso, más o menos, hizo la alcaldesa “flor de Pascua” cuando le espetó al ministro “vaya bola habéis contado” al finalizar la proyección de un vídeo propagandístico en Valencia. Hinchada la burbuja, llegó Rita Barberá y rompió la magia. En el fondo, era pura ilusión y todos los presentes sabían que la pompa era aire aunque el jabón presentara una preciosa gama de colores cuando le daba la luz.

La utilización política de la Copa América no es, desde luego, una novedad a la que asistamos asombrados, habida cuenta de la hiperexplotación del tema que ha hecho el PP. Cosa distinta es que haya razones para presumir. Lo primero no está reñido con lo segundo; se puede hacer mucho por Valencia y luego utilizarlo para acceder o mantenerse en el poder. Creo que pocos ciudadanos protestarían por ello. Además, es legítimo que un político quiera tener la máxima responsabilidad para desarrollar sus proyectos. Lo malo es que sólo quiera poder, no una plataforma para servir a sus conciudadanos.

No obstante, el problema es que se busque el poder con mentiras. A estas alturas, parece difícil creer que el Gobierno se preocupa de forma notable por Valencia, que no entorpece lo que otros sí quieren hacer y, sobre todo, que reconoce que otros lo hacen.

Lo que se ha puesto de manifiesto con la presencia de Sevilla y su vídeo electoral es que el Gobierno ha llegado ya a ese punto peligroso de la acción gubernamental que supone confundir el Gobierno y el partido. En estos momentos y, especialmente, en los próximos meses, vamos a asistir a la confusión habitual que suele darse en un final de segunda legislatura, cuando se ven las orejas al lobo y todo vale para resistir.

En este caso, mal deben de pintárselas al PSOE como para tener tanta ansia por conquistar la America’s Cup i Casal.