Gemma Juan

con Gemma Juan se armó el belén. Hace ya unos cuantos años fue ella quien adelantó la primicia del nacimiento de Jesús. ¡Hace ya muchas navidades! Era el ángel reportera destacada en el lugar de los hechos de un belén “pseudomoderno” que montaron las alumnas del colegio Virgen del Carmen de Onda. “Es la primera vez que hice de periodista –se ríe– porque yo de pequeña quise ser de todo: bailarina, maestra como mi madre, enfermera como mi tía, bombera...”.

Se describe como una niña inquieta y con aptitudes de cara al público, una cualidad que luego demostró en la pantalla y por la radio. Seguro que los amigos de los papás de Gemma aún recuerdan los espectáculos que, junto con su hermana Carmen, organizaba en la caseta de verano: “Bailábamos, jugábamos al todo lo escenificábamos delante de todos”, recuerda.

Por las calles de Onda, ella jugó incluso a ser un ángel de Charlie: “Me encantaba la rubia, Farrah Fawcett, con esa melena tan bonita”. Inquieta, no cabe duda pero, ¿niña de travesuras? “¡Sí! . Ahora que ha pasado el tiempo digo que sí porque en aquellos momentos no era consciente de que eran trastadas. Yo las hacía con buena intención”.

Con interés creativo y para darle una sorpresa a su madre, un día su hermana y ella cogieron los botes de betún que había por casa y decoraron una habitación. Otro sobresalto se llevó su padre mientras conducía cuando las hermanas saltaron en marcha del coche, como si estuviesen rodando una película de acción. “Fue el susto del día para mi padre, pero ya te digo que no era con mala intención”.

Ahora sus inquietudes pasan por cultivarse en el tiempo libre que le deja su “horario privilegiado”. Trabaja por las mañanas en . “Por las tardes, hago aquagym, aeróbic, yoga. Me apunto a cursillos de valenciano, de inglés, informática...” Según parece aún le falta tiempo: “Lo único malo de este horario es que me levanto muy temprano y no aprovecho la noche como me gustaría”.

Algunos fines de semana, vuelve a Onda para seguir con su agenda inquieta. Esta vez en la peña Desastre: “Es mi cuadrilla de amigos de siempre. Nos reunimos en un casal y allí cenamos juntos, hacemos sesiones de karaoke, de cartas o de ”. Siempre ha estado unida a la localidad castellonense, como vecina y como periodista. “Cuando hay algún acto de las fiestas, incluso del fútbol me llaman para presentarlo y yo encantada”, reconoce.

Feliz de presentar pero también de participar en las fiestas, porque Gemma, cuando tenía 16 años, fue clavaria de la Mare de Dèu del Dolors. “Mi madre tenía la ilusión de que fuera festera 25 años después de que lo hubiese sido ella”. ¿En qué consistía tal labor? “Teníamos que limpiar la capilla aunque sinceramente lo que más me gustaba era las meriendas de los sábados por la tarde con las otras clavarias”.