¿Se desvanece la esperanza?

El artículo de Vicente Lladró del pasado jueves ponía el dedo en la llaga al exponer con realismo el panorama de la comercialización, la falta de entendimiento y el incumplimiento apreciable de los precios pactados. Pero el pesimismo que pueda reflejar ahora el comentarista deriva de haber observado en los primeros días de la semana los precios de las clementinas en el barrio de Argüelles y aledaños del de Chamberí de Madrid. Al mismo tiempo, insistiendo en lo expuesto sobre la diferencia de Ailimpo sobre Intercitrus, agigantada por sus nuevos planteamientos en defensa de la producción, no se entiende cómo es posible que la parodia de la interprofesional de las naranjas y las mandarinas se mantenga ante la pasividad de los representantes del campo.

Con tranquilidad, observando ocho supermercados y dieciséis tiendas de barrio, el comentarista comprobó que la mayoría de las clementinas a la venta superaban el precio de 2,20€ el kilogramo. Cierto que un supermercado de ‘confianza’ mantenía sus moderados precios que ostenta en Valencia, en bolsas de 1,5 y 3 kilos. Sin embargo, en una tienda sin pretensiones, la clementina alcanzaba 2,85€/kg, mientras que tan solo otra, con fruta escasamente atractiva, se situaba ligeramente por debajo del euro. Nada que ver, en consecuencia, con los precios en el campo o a pie de almacén.

Volviendo a Ailimpo, la interprofesional del limón y el pomelo envió a finales de noviembre al ministerio y a las consejerías de Agricultura de Andalucía, Murcia y Valencia un documento en el que concretaba la situación de crisis y las grandes pérdidas de los productores. En este documento se detallaban los acuerdos y propuestas adoptados en Ailimpo por unanimidad, y se solicitaba a las distintas administraciones su apoyo para superar el grave baches. En la información que nos llega se destaca que, entre otras propuestas, se incluía: los mecanismos para incentivar el empleo del contrato tipo; el cumplimiento del Reglamento CE nº 1799/2001 sobre normas de calidad; las medidas para promocionar la concentración de la oferta; la protección fitosanitaria de las importaciones y la adquisición de 100.000 toneladas por las autonomías para fabricar zumo de limón con destino a su utilización como acidulante natural.

La junta directiva de Ailimpo ha lamentado no haber obtenido respuestas de las citadas comunidades autónomas y ha exigido una reunión urgente antes de diez días, significando que en el caso de ‘‘mantenerse la actitud irresponsable de las mismas’’, se plantearán, entre otras, acciones que incluyan la entrega de limones en las sedes de las consejerías y ‘‘un paro general del sector”

La guinda, por otra parte, la coloca el comentarista al observar, antes de escribir este artículo, la información del Observatorio de Precios del Ministerio de Agricultura. Al mantenerse sin datos la Navelina, abriendo los posibles gráficos de los precios del año natural de esta naranja, aparece la increíble confusión de colocar un recuadro de la Navelina que inicia los precios en origen en marzo y termina los precios en destino en septiembre último. Más claro: el propio ministerio viene manteniendo tan grosera equivocación, a disposición de todos los buscadores del mundo, de confundir la Navelina con la Valencia late. ¡Qué vergüenza y vaya en qué manos estamos!