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ENRIQUE SIERRA
Miércoles, 20 de diciembre 2006, 05:55
El Ayuntamiento de Alzira y la Asociación de Empresarios piden que el nuevo desvío de la CV-50 pase por el norte de Algemesí, y que se cree el acceso de los alcireños por una vía con dos carriles por sentido a la altura de Albalat de la Ribera.
La vía deberá tener, según señaló la alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, dos requisitos imprescindibles: un nulo impacto ambiental y una perfecta comunicación con conexión directa en la zona de Albalat.
Tanto la alcaldesa, que también preside la empresa que gestiona el suelo de Alzira, Gesual, creada para gestionar el próximo polígono industrial de El Pla, como la Asociación de Empresarios, prefirieron en su momento que el desvío para acceder a la CV-50 pasara por el sur de Algemesí, entre dicho término y Alzira.
Esta opción ha quedado descartada para evitar más que posibles problemas de tráfico, ruido e inundabilidad, ya que habría que atravesar el río Júcar. El ancho de la calzada, que sería de unos 200 metros, más la condición de que la carretera pasaría pegada al término de Alzira, hace la posibilidad muy conflictiva, según declaraba Tino Ripoll, portavoz de la Asociación de Empresarios.
La intención de la asociación, junto con el equipo de gobierno, es, para Ripoll, sentarse, hablar y hacer planos de cómo creemos que sería la opción mejor para todos, cómo deberían ser las condiciones para la conexión con la CV-50, para luego enviarlos a la Conselleria de Infraestructuras y ver cómo lo ven ellos, si les parece bien nuestro punto de vista.
Tino Ripoll también confesó que quizá la alcaldesa Bastidas se haya precipitado un poco al hacer público nuestra intención ya que no hay nada definitivo y todavía hay que estudiar bien la decisión, excusándola en la inminencia de las elecciones y la necesidad política de cerrar acuerdos, acabar proyectos y declarar otros nuevos.
Los técnicos serán los que decidan finalmente cómo y por dónde se va a hacer la CV-50. Según señaló el portavoz de la asociación, su palabra y la del Ayuntamiento de Alzira deben importar a la Conselleria y a los técnicos, han de contar con nosotros y seguro que nos escucharán, si no, no habría venido el director general de Obras Públicas, Victoriano Sánchez a consultarnos hace no mucho.
Visión contraria en Algemesí
Emili Gregori, alcalde de Algemesí, opina que los ayuntamientos afectados no pintan mucho en este apartado, ya que son los técnicos de la Conselleria los que han de decidir qué es lo mejor para todos, se puede tener en cuenta la opinión de los municipios afectados pero no más que eso, nosotros no tendremos la decisión final.
Respecto a su preferencia por el lugar de desvío del último tramo de la CV-50, el comprendido entre la A-3 y la A-7, que es el que afecta directamente a la comarca de la Ribera, Gregori se muestra indiferente y asegura que aceptará la decisión tomada, la que digan que es mejor y más viable, a Algemesí no le importa si pasa por el norte o por el sur de la localidad, seremos anchos de miras porque debe primar el interés general de los municipios limítrofes, las molestias y las ventajas serán casi las mismas de todas las maneras.
La Asociación de Empresarios aprobaría pues el desvío por el norte de Algemesí si se cumplen las condiciones que ha marcado la alcaldesa Bastidas, la opción propuesta es factible y entendible, según palabras del gerente del presidente de la asociación, José Villalba.
Según declaraciones efectuados Victoriano Sánchez, director general de Obras de la Conselleria, si los plazos se cumplen, las obras comenzarían el próximo verano y podrían estar acabadas a finales de 2009 o principios de 2010.
laribera@lasprovincias.es
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