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José Martínez Aloyy el Centro de Cultura Valenciana

FEDERICO MARTÍNEZ RODA

Jueves, 28 de diciembre 2006, 05:17

José Martínez Aloy había cursado el bachillerato en el Instituto de la ciudad de Valencia, que posteriormente se denominaría Luis Vives, donde el historiador Vicente Boix y Ricarte le aficionó a la historia, al arte y a la literatura valenciana. De hecho, desde muy joven se incorporó a los movimientos culturales valencianos como los formados por El Liceo Literario, La Juventud Católica, El Ateneo científico y, sobre todo,En 1877 se licenció en Derecho por la Universidad de Valencia

Un historiador comprometido

En 1881 publica un artículo en la sobre la “Formación de los apellidos lemosines” al que seguirán “Los barones del Reino de Valencia”, “Significación de la preposición de antepuesta a los apellidos” y “Los blasones de la Catedral”. En 1884 apareció su obra y en 1885 publica un estudio monográfico sobre la , que completará con la obra (1887) A estas obras de temática religiosa hay que añadir , , (1890), (1893) y (1910).

En esta época se interesa por la política y se incorpora al Partido Conservador y, al igual que Teodoro Llorente, se vinculó al silvelismo regeneracionista. De hecho colaboró asiduamente en el diario y en su “Almanaque”. Toda la carrera política de José Martínez Aloy estuvo dedicada a la política local: fue alcalde de Valencia en dos momentos extraordinariamente convulsos: entre febrero y junio de 1907 y en 1917, entre junio y diciembre de dicho año.

La huelga general emprendida en Valencia se extendió por toda España y desencadenó una auténtica revolución social durante el mes de agosto. Aunque fueron militares de la U.G.T. y de la C.N.T. los principales causantes de los enfrentamientos con la Guardia Civil, e incluso el Ejército, el movimiento huelguístico fue preparado por dirigentes del P.S.O.E. (Pablo Iglesias), del Partido Reformista (Melquíades Álvares), del P.U.R.A. y demás republicanos (Lerroux), en coordinación con dirigentes de la C.N.T. (Seguí y Pestaña). Con todo, la huelga fue vencida por el gobierno de Eduardo Dato, pero hubo 71 muertos en toda España.

Las crisis de 1917 no acabaron con el régimen de la Restauración pero lo dejaron maltrecho. De momento, se optó por gobiernos de coalición en los que participarían todas las fuerzas dinásticas: entre 1917 y 1923 hubo un total de 14 gobiernos, lo que supone una duración media de 4’1 meses por gobierno.

Años de convulsión social

Sobre lo ocurrido en tierras valencianas, el punto de partida fue el pacto formado por la U.G.T. y la C.N.T. en 1916, que tuvo como consecuencia inmediata una campaña de huelgas que mantuvieron una gran tensión hasta la huelga general de julio y agosto de 1917. El 18 de diciembre de 1916 había habido un ensayo general de huelga general valenciana que afectó a Alcoy, Crevillente, Elche, Villena y a las tres capitales de provincia de provincia. Según los organizadores en la ciudad de Valencia llegaron a participar ciento cincuenta mil huelguistas.

Este clima favoreció el pacto entre republicanos, socialistas y anarquistas para preparar el movimiento huelguístico que conduciría a la proclamación de la República. Las buenas relaciones de los blasquistas con los anarquistas facilitaron la coordinación. De hecho, la agitación previa a la huelga la realizaron conjuntamente.

Sin embargo, los hechos derivaron hacia una huelga general revolucionaria que excedía los objetivos limitados de reformistas y republicanos que se asustaron, de ahí que, una vez iniciada, los que ocupaban cargos públicos apoyaron al general Tovar. Incluso la U.G.T. valoró negativamente las acciones revolucionarias de los meses de julio y agosto.

La huelga comenzó antes de lo previsto (el 20 de julio) porque la Federación de Ferroviarios (integrada en U.G.T.) había organizado una serie de protestas al entender que unos despidos efectuados por la Compañía Ferroviaria del Norte estaban motivados por afán de represaliar. La petición de readmisión por medio de la huelga degeneró en levantamiento de barricadas e incluso hubo muertos. La declaración del estado de guerra suponía la suspensión de garantías constitucionales, por lo que la prensa estaba sometida a censura. Por su parte, las fuerzas de orden público comenzaron las detenciones. La huelga se extendió a Castellón de la Plana donde se convocó en solidaridad. Días después, el 13 de agosto, se convoca huelga general en toda España. En Alicante y Valencia la huelga tiene un seguimiento grande, lo que paraliza totalmente la actividad económica de las capitales y, en parte, de las provincias. En la provincia de Castellón el seguimiento fue menor.

Presidente de la Diputación

En estos años de especial tensión, Martínez Aloy fue diputado provincial en varias ocasiones, y, en 1914, resultó elegido Presidente de la Diputación Provincial de Valencia, momento en el que favoreció la creación del Centro de Cultura Valenciana en 1915. De hecho fue elegido su primer decano, cargo que ostentó hasta 1924. En este periodo preparó su , que se publicó en la obra dirigida por Francisco Carreras Candi: (1923-1925). Dejó inacabada una , cuyos datos y documentos originales han sido de gran utilidad a investigadores posteriores, como lo fue el material reunido por Martínez Aloy que permitió a su amigo, y académico de la Historia, Manuel Danvila la publicación del

Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, correspondiente de la Real Academia de la Historia, Director del Museo de Bellas Artes, en 1920, y Delegado Regio en el Instituto de Segunda Enseñanza de Valencia. Fue Cronista Oficial de la Provincia de Valencia desde 1892.

El Centro de Cultura Valenciana

Además de la importancia de Martínez Aloy como historiador es preciso enfatizar en el hecho de que su aportación más importante al valencianismo fue la creación del Centro de Cultura Valenciana que, con el tiempo, fue transformado en Real Academia de Cultura Valenciana. Veamos como ocurrió: En la sesión de la Diputación Provincial de Valencia, celebrada el 9 de julio de 1913, presidida por Miguel Sales, el diputado Pérez Lucia presentaba una proposición a la Corporación para que la Diputación creara “un Centro de Cultura Valenciana que tendrá por objeto el de realizar la superior investigación en todos los órdenes de la cultura general y, en especial, de la valenciana”. El 11 de diciembre de 1913 la Corporación provincial aprobaba un crédito de catorce mil pesetas a cargo del presupuesto de 1914. Ya el 25 de septiembre de 1913 se había nombrado una ponencia de diputados para que estudiaran cómo organizar el centro de cultura valenciana de próxima creación. Los diputados eran los siguientes: Fernando Serrano Larrey, Antonio Colomer Ibáñez, Pedro J. Serrano, Buenaventura Guillén, Modesto Jiménez Bentrosa y los dos promotores, Juan Pérez Lucía y José Martínez Aloy. Precisamente este último, el 27 de noviembre de 1913, reanudaba en su domicilio particular las tertulias que se habían ido celebrando en el despacho del canónigo e historiador Roque Chabás hasta su fallecimiento.

La renuncia del Presidente de la Diputación Juan Izquierdo y la elección de José Martínez Aloy como nuevo Presidente, por 33 votos a favor y uno en blanco iba a acelerar el proceso de creación del Centro de Cultura Valenciana.

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