¿Arte callejero o vandalismo?

Las pintadas en las ciudades han sido objeto de la polémica durante muchos años. Este peculiar estilo callejero, que inunda fachadas, vallas, puertas y un sinfín de elementos del mobiliario urbano, se ha convertido en parte del paisaje interior de las calles y alrededores de Elche.

Los jóvenes que dedican su tiempo libre a 'decorar' la ciudad no cejan en su empeño de dejar patente su inclinación artística o su simple afán de dejar 'huella' a través del spray. Un acto no sólo de rebeldía, sino a la vez de autoridad y de independencia. Sin embargo, la distinción entre pintadas vandálicas y 'graffitis' artísticos parece clara, el Ayuntamiento lo sabe, los artistas también y Elche se va concienciando de ello.

Hace ya muchos años que los 'graffitis' están considerados un arte callejero permitido siempre que no perjudique el mobiliario urbano. De ser así, las bandas de 'graffiteros' deben solicitar una autorización si quieren que su obra perdure y no se expongan a una sanción. Ése es el objetivo de la mayoría de expertos en el tema, aunque uno de los miembros del grupo Pornostars, formación principal presente en Elche sobre este arte, conocido por el seudónimo Rosh, es consciente de que «se trata de un arte efímero. Nosotros creamos la obra, la fotografiamos y si dura una semana o un mes, está bien». Esta agrupación internacional reúne a los artistas más importantes de este mundo con alrededor de 30 miembros, procedentes de ciudades españolas y del extranjero.

Para poder formar parte de la agrupación, los 'graffiteros' «tienen que dejarse ver», según asegura el pintor Juan Llorens y lo hacen de la manera más sencilla: llenando las calles con sus particulares obras.

El Ayuntamiento va a confiar en ellos la labor de repintar el lecho del río el próximo mes de agosto, en lo que se denominará Proyecto Víbora II. Durante dos semanas, expertos 'graffiteros' de todo el mundo llegarán a la ciudad para plasmar su personal estilo en cada una de las diferentes zonas en que se va a dividir el cauce. El objetivo es recrear la forma de una serpiente desde la cola a la cabeza con motivos alusivos a Miguel Hernández, con motivo de su centenario.

Medidas municipales

Sin embargo, no todo es arte callejero, sino que un gran número de pintadas que inundan la ciudad son consideradas como actos vandálicos. Las medidas que el consistorio lleva a cabo cada año para eliminar estas peculiares pinturas no son suficientes para que los pintadas dejen de formar parte de la ciudad.

Dos brigadas de limpieza realizan actuaciones diarias a lo largo de los diferentes barrios de la ciudad. Una de ellas municipal para tratar zonas de cal blanca y repintar, y el otro grupo parte de la empresa concesionaria de la limpieza, Urbaser. Sólo en un año se realizan alrededor de 5.000 actuaciones y se invierten 1.500.000 euros para la eliminación de pintadas. Además, se incluyen otros aspectos como el mantenimiento de parques y jardines.

La limpieza en algunas superficies es complicada, por lo que el Ayuntamiento aplica un tipo especial de barniz en algunas fachadas para facilitar la retirada de las pintadas, sobre todo en superficies de piedra o mármol con un producto que evita de esta forma que se absorba la pintura.

La multitud de pintadas en la ciudad ha hecho que el Ayuntamiento se centre en las zonas públicas y haya modificado la ordenanza para poder limpiar los edificios privados a petición de cada comunidad. Se aplica una tarifa tipo de 58 euros por cada hora de trabajo. Según la Concejalía de Limpieza, las zonas más castigadas de Elche con las pintadas son el mobiliario urbano, los parques escolares y todos los barrios casi por igual, aunque destaca la zona del Raval como una de los lugares más perjudicados por estas actuaciones.