
LASPROVINCIAS.ES
Lunes, 3 de septiembre 2012, 15:50
Con toda su buena intención y enajenado por el amor, Hu Seng, un joven chino, se metió en una caja de envío postal y se envió a su novia para que ella lo recibiera en la oficina en la que trabaja. El plan parecía perfecto pero Hu Seng no contó con posibles retrasos de la compañía de mensajería y con que su resistencia tenía un límite.
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Un amigo lo envolvió a conciencia y llamó a una empresa de envíos para hacer la entrega. Los empleados, que ubicaron el paquete junto con los demás bultos grandes en el interior del camión, perdieron la dirección y Seng pasó tres horas dando vueltas a bordo del vehículo, sin poder abrir un agujero para respirar.
"Traté de hacer un agujero en el cartón pero era demasiado grueso y no quería estropear la sorpresa gritando", afirmó Seng. Al llegar a destino, su amigo lo esperaba con una cámara para filmar la reacción de la novia pero, al abrir la caja encontraron al joven inconsciente debido a la falta de oxígeno.
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