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DANIEL GUINDO
Viernes, 7 de marzo 2014, 20:24
Resulta frecuente que, al menos en las grandes ciudades, aparezca en el parabrisas de los vehículos folletos publicitarios con el eslogan 'compramos tu coche' y un teléfono móvil, sin ofrecer más detalles. Desconfíe, no siempre se trata de un concesionario de vehículos de ocasión. A veces, detrás de esta propaganda se esconde un desguace ilegal de coches.
Al respecto, el director técnico de la Asociación de Desguaces de la Comunitat Valenciana (Adecova), Pere Anrubia, explicaba que, desde 2009, vienen proliferando en la autonomía instalaciones denominadas 'campas', una especie de cementerios ilegales de vehículos que carecen de cualquier sistema aislante, por lo que suelen contaminar el suelo sobre el que se asientan. "Debemos combatir sin tregua las 'campas' y concienciar a los ciudadanos del problema que generan", recalcaba Anrubia. "Son instalaciones que están fuera de control, que no pagan impuestos, y que en la mayoría de los casos utilizan una apariencia de talleres para retirar piezas de los vehículos y luego abandonarlos", apuntaba. Estos negocios fraudulentos, por ejemplo, pueden hacer creer a un particular que dan de baja su vehículo cuando, en realidad, están quitándole algunas piezas para venderlas, mientras que el coche termina abandonado en algún lugar. Las posibles consecuencias de esta acción, de entrada, recaerían sobre el propietario.
Este portavoz recordaba también que las únicas instalaciones en las que puede darse de baja un vehículo con todas las garantías son los denominados Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos, cuyo listado puede consultarse, por ejemplo, en la página web de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Aun así, es necesario que continúe la lucha contra los ilegales, aunque no es fácil. "Las campas aparecen y desaparecen. Vienen los agentes del Seprona, les sancionan y los echan, pero se van a otro lugar. Suponen una competencia desleal y nos hacen daño a los desguaces legales".
Anrubia también se refirió a que los centros autorizados son los únicos con capacidad para emitir el certificado de destrucción, que garantiza que el vehículo ha sido tratado con arreglo a la normativa. Este documento es necesario, por ejemplo, para presentarlo en el concesionario donde se vaya a adquirir un vehículo nuevo y así beneficiarse de las ayudas previstas en el plan PIVE. Como ya avanzó LAS PROVINCIAS, algunos desguaces ofrecen a particulares que no tienen vehículo la posibilidad de otorgarles este certificado de destrucción de un coche que, previamente, han puesto a su nombre. Así, con el informe pueden optar a las ayudas. "Esto no es ético y nuestros centros no lo hacen", comentó. En esta línea, valoró que el plan PIVE "como medida para renovar el parque móvil es muy positivo, pero las malas prácticas y la picaresca la combatimos".
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