Una asociación denuncia el «exterminio» del arruí en l'Alcoià

Además, el secretario de la asociación, Carlos Sapena, afirma que en internet se puede encontrar todo un mercado de venta de recechos del herbívoro, algo prohibido «porque una vez se ha matado, los restos deben permanecer en el campo, aunque hay quien se lleva la cabeza del animal, algo ilegal«, asegura.

Ante esta situación, Adhif puso una denuncia en Seprona hace un año, aunque «seguimos sin una respuesta, no se investiga porque no interesa«, lamenta Sapena. El caso del arruí se agrava ante la falta de un censo que permita conocer su población en la zona, aunque en Murcia calculan en torno a unos 6.000 ejemplares, según el secretario.

Una paradoja que se produce con la valoración de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la cual cataloga al arruí como una especie vulnerable, pues según Sapena, el norte de África de donde es orginario, ya ve sus ejemplares en disminución y advierte que a este ritmo «en unos cinco años no habrá arruís en la comarca«.

Por el momento, Adhif está pendiente de reunirse con la Conselleria para tratar el tema, aunque sin esperanzas, afirma el secretario, quien critica que la administración autonómica «tiene destinados un millón de euros de ayudas europeas para exterminarlo«, dinero que debería emplearse para hacer frente a la pandemia del coronavirus, asegura.

Por otra parte destaca el caso del muflón, con quien convive y guarda ciertas similitudes, pero también diferencias, pues este animal tampoco es autóctono, pero no está considerado exótico invasor. Sapena afirma que el arruí no se hibrida y convive también junto a los ciervos, que sí son autóctonos, sin suponer una amenaza para la economía local.

Según Sapena, mantener el arruí, así como el resto de animales en la zona que no suponen ningún riesgo, puede beneficiar a las comarcas donde está presente y reforzar el creciente modelo de turismo rural que ganó adeptos con la pandemia.