60 familias esperan la apertura del Centro de Enfermos Mentales de Alcoy

Un total de 60 familias esperan que el Centro Especial de Enfermos Mentales de Alcoy (CEEM) abra por fin sus puertas. Una decisión que en estos momentos está en manos de la Conselleria de Hacienda a quien Igualdad y Políticas Inclusivas solicitó autorización para comenzar la contratación del personal.

Un hecho que se remonta al pasado 25 de septiembre y que sigue sin respuesta siete meses después, lo que impide poner en marcha el centro, según han apuntado fuentes de la conselleria de Mónica Oltra. Sin trabajadores el centro no puede abrir sus puertas y el permiso sigue en el aire.

Ante esto, el PP compareció ayer para criticar la "incapacidad del Consell". Según los populares la culpa de este retraso está en "la mala gestión, la dejadez y también la mala relación entre PSOE y Compromís en el gobierno valenciano" porque son "incapaz de ofrecer una fecha de apertura".

El diputado popular, Fernando Pastor, apuntó que la situación del CEEM es "un claro ejemplo de irresponsabilidad y una muestra de la falta de compromiso e implicación de Ximo Puig y Mónica Oltra con un colectivo tan especial como es el de los enfermos mentales". El portavoz del PP de Alcoy, Quique Ruiz, acusó al alcalde Toni Francés de "esconderse de nuevo" ante los problemas de la ciudad. "El alcalde ha consentido tener la instalación cerrada durante 10 años", añadió.

Precisamente, desde el PP incidieron en que el centro ha permanecido una década cerrado y defienden que fue durante su etapa al frente de la Generalitat cuando se inició el proyecto en 2009 con una inversión de 3,6 millones de euros y durante estos últimos años el gobierno local ha permitido actos vandálicos en el edificio.

Desde la Conselleria que dirige Oltra apuntaron que "los impagos del PP obligaron a paralizar las obras que fueron retomadas por el Consell del Botànic". Además, fuentes de Políticas Inclusivas señalaron que no fue hasta 2019 cuando el Ayuntamiento recepcionó la obra de forma definitiva y lo pasó a la conselleria que invirtió 343.000 euros en equipamiento del centro que cuenta con 60 plazas, de las que 20 son para centro de día y el resto de carácter residencial.

Durante la pandemia las instalaciones se utilizaron como Centro de Acogida Temporal de Emergencia (CATE), según apuntaron desde Igualdad.