Los vecinos de Alcoy denuncian suciedad y ruido en plazas y parques por el botellón

El fin del verano ha supuesto una nueva época de botellones en Alcoy. El centro histórico de la capital de l'Alcoià se ha convertido en uno de los puntos más destacados en el que encontrar concentraciones de gente bebiendo durante los fines de semana, lo que supone un bullicio de personas durante toda la noche que impide el descanso de los residentes, además de la suciedad que se va acumulando y estropea la imagen de las calles del casco antiguo. A esto se le añaden las micciones en algunos portales y garajes o los vómitos en la acera que han llevado a muchos vecinos a tomar medidas e incluso replantearse su residencia en el barrio.

No obstante, desde la zona de Santa Rosa también denuncian una situación similar, pues los vecinos que viven en las zonas próximas a la plaza Gonzalo Cantó ven con la llegada de los fines de semana, noches en las que se escuchan las concentraciones de gente que realiza botellones aprovechando que las discotecas de ese mismo lugar están cerradas por las restricciones sanitarias.

Por su parte, la Policía Local ya realiza dispositivos contra estas prácticas. Durante los primeros días de octubre los agentes del cuerpo municipal levantaron "numerosas actas" de denuncia por el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, una infracción que puede suponer sanciones de entre 601 y 30.000 euros. Aunque tampoco fueron las únicas, pues también se interpusieron actas por higiene urbana y la intervención de un reproductor de música que perturbaba el descanso de los residentes de la zona, señalaron desde el cuerpo.

En el casco antiguo, la peatonalización ha supuesto, según algunos vecinos, un aumento de este tipo de actividades, aunque no solamente por el consumo ilícito en la vía pública, sino también por el incremento de las terrazas en la zona, por lo que los clientes de los bares también suponen una parte de esta situación, pues los vecinos han llegado a encontrarse vasos de cristal encima de los vehículos estacionados, así como en los nuevos maceteros dispuestos en la vía pública.

Desde los servicios de limpieza de la ciudad también han compartido imágenes a través de la redes sociales para mostrar el trabajo de recogida durante la madrugada de toda la suciedad producida tras los botellones, en este caso en la plaza Gonzalo Cantó y sus alrededores, una zona donde se concentran diversos pubs y discotecas, aunque a causa de las restricciones hasta las pasadas semanas no han podido abrir como tal.

Diversos ciudadanos apuntan que los botellones coinciden con la vuelta a las aulas de los jóvenes, pues desde septiembre se han retomado este tipo de concentraciones que vieron un parón en los meses de julio y especialmente en agosto, mientras que por otra parte, el cierre de los locales de ocio también ha propiciado este aumento.

Pedro Soler, un residente del centro, asegura que no es el único que se ha planteado dejar su vivienda en esta zona, aunque el botellón, aclara, es solamente uno de los motivos que le impulsan a esta decisión.

Los cortes en las arterias principales del barrio a lo largo del año para celebrar diversos actos, junto con la peatonalización, son las principales razones. Una medida que ya han empleado meses atrás varios vecinos.

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