El puente instalado en Beniarbeig tras la riada sólo tiene una vida útil de seis meses

La Unidad Militar de Emergencias (UME) concluyó este fin de semana su trabajo en las localidades de la Marina devastadas tras la riada del Girona hace ahora nueve días.

Uno de los principales cometidos del contingente desplegado fue levantar una pasarela provisional en el municipio de Beniarbeig. La población había quedado dividida en dos áreas incomunicadas después de que el agua derrumbara el centenario puente que las unía.

No obstante, la construcción del puente definitivo no puede demorarse en exceso. Fuentes de la UME explicaron ayer a LAS PROVINCIAS que la vida útil de esta infraestructura "es de seis meses".

Las mismas fuentes precisaron que este es el tiempo máximo de seguridad de la pasarela "para uso militar", aunque un "buen mantenimiento podría alargar este periodo".

Otro factor también será decisivo en este aspecto. El tipo de vehículos que transitarán por esta pasarela será muy diferente a los militares, mucho más pesados y que desgastan más rápidamente la infraestructura.

La pasarela, conocida como puente , tiene cuatro metros de ancho, más de 40 de largo y es capaz de soportar hasta 40 toneladas de peso.

En las tareas de reconstrucción y limpieza de la zona afectada participaron 84 efectivos del III Batallón de Intervención en Emergencias, con sede en la base militar de Bétera. El pasado jueves, llegaron desde Madrid otros 26 hombres para acometer los relevos dentro del contingente.

La UME no cuenta actualmente con esta infraestructura, que puede ser muy útil para actuar en emergencias de este tipo. Por eso, fueron efectivos del Regimiento de Ingenieros de Salamanca quienes se desplazaron a la localidad alicantina para montar la pasarela.

Fuentes castrenses comentaron que está previsto que la unidad disponga a partir del próximo año de varios. Se desconoce cómo se distribuirán, pero todo hace pensar que el Batallón de Bétera contará con una infraestructura de este tipo por las especiales características de la Comunitat, donde son frecuentes fuertes lluvias en el comienzo del otoño.

Un batallón muy preparado

El Batallón de Bétera se ha convertido en el primero de España que interviene de forma directa en dos tipos de situaciones a las que deben hacer frente estos militares: incendios -el siniestro de l'Alcalatén- y las riadas en la Marina. Otras unidades repartidas por España lo han hecho en ambas situaciones, pero siempre como relevo de los efectivos desplegados en la zona.

Los efectivos de la UME no realizaron en la zona labores de agentes de la autoridad, es decir, actuar como policías, capacidad que tienen atribuida. No fue necesario. En este sentido, apenas se cortó una calle y se dirigió la circulación pero sólo para el propio tránsito de vehículos militares, añadieron las mismas fuentes.

Buen tiempo de reacción

Desde la UME explicaron que el tiempo de reacción de la unidad -desde que se les requirió hasta que llegaron al lugar- fue perfecto. "Nos avisaron a las seis de la mañana del viernes y a las nueve estábamos ya en el lugar".

La utilización de este tipo de puentes no es novedosa en España. Por ejemplo, en Zaragoza se instaló el año pasado esta infraestructura para permitir el paso provisional sobre el río Ebro durante las obras de construcción de una autopista. En este caso, el puente medía 120 metros. Este mismo año se desmontó.

Hace siete años, en Cataluña, y también tras unas intensas precipitaciones, se procedió a montar dos pasarelas de estas características en el municipio tarraconense de El Vendrell.

El resto de localidades afectadas recuperan poco a poco la normalidad. El Ayuntamiento de Calpe tiene previsto hoy la apertura al tráfico de la avenida Ejércitos Españoles, situada en el tramo que va desde la rotonda cercana a la sede de la Policía Local hasta la rotonda del Puerto.

De este modo se abrirá al tráfico rodado la última avenida cerrada por las inundaciones y donde hasta la fecha se estaban realizando tareas de limpieza y baldeo, según fuentes municipales.

Con estas actuaciones, el municipio "recupera la total normalidad". Tras prestar atención a las personas afectadas, se abordó la restauración de las comunicaciones en las poblaciones dañadas.

Las Brigadas de Obras instalaron el pasado sábado una pasarela para el tránsito de peatones en el Paseo Marítimo de Calpe, a la altura de la calle Luxemburgo. Esta zona del paseo tuvo que ser totalmente levantada para evacuar el agua achicada de la zona de Las Salinas.

Se trata de una pasarela provisional de dos metros de ancho y aproximadamente 12 metros de longitud, conformada por perfiles metálicos con pasillo de chapas galvanizadas. Para el acceso a esta rampa se ha optado por el hormigón.

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