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Un grupo de participantes de las charlas de idiomas, en el Café de las Horas.
Aprender idiomas entre copas
Cultura

Aprender idiomas entre copas

Practicar una lengua extranjera ya no es una tarea tediosa. En algunos pubs de Valencia, es posible tomar algo mientras se pone a prueba el nivel hablado de inglés, francés o alemán

EDUARDO DE DIEGO

Domingo, 23 de diciembre 2007, 03:50

Son las ocho de la tarde de un lunes cualquiera. Al Café Las Horas, un cuidado local situado en las cercanías de la plaza de la Virgen de Valencia, comienzan a llegar un grupo de personas que se colocan estratégicamente en una esquina reservada del pub. A primera vista, no hay nada de especial en ellos. Sin embargo, si uno agudiza los sentidos un poco, es capaz de percatarse de que, a pesar de ser españoles, el idioma en el que se comunican no es el castellano, ni siquiera el valenciano. Además, parece que muchos de ellos ni se conocen. No obstante, todos mantienen una distendida conversación en inglés. Y parece que se entienden.

En otra de las mesas del local se encuentra Marc, dueño del café y originario de la Guayana inglesa. Marc, que fue profesor de inglés, es el principal impulsor de unas tertulias que comenzaron hace ya dos años y cuya característica particular es que se desarrollan íntegramente en el idioma de Shakespeare.

De hecho, la única regla implícita que todos aceptan, es que se puede hablar mejor o peor, pero sin pasarse al castellano. Otra de las premisas de este grupo, como apunta el gerente del café, es buscar un tipo de conversación "inteligente", para lo cual procuran que aquellos que participan en el grupo tengan a partir de 30 años.

Marc, que también participa de estas tertulias como uno más, en ocasiones como el moderador de la charla, señala que, para él, la propuesta "no es simplemente un intercambio de idiomas como tal, me gusta pensar que hay una base de amistad, un fondo social más profundo". De hecho, la gente que acude no sólo lo hace por mejorar su inglés, sino por fomentar también las relaciones sociales. "Cuando tienes 20 años es fácil entrar en un bar sin conocer a nadie, pero con 30 o 40 años todo es siempre más complicado".

Sara Alabau y Nina Beyerlein acuden a Las Horas por primera vez. Sara, de 30 años, es española y Nina, de 29, es alemana. Ambas trabajan como comerciales en una empresa en la que el inglés en un requisito indispensable. Ese ha sido el factor definitivo que les ayudó a decidirse a dar el paso. A pesar de tener un buen nivel, Sara confiesa que su problema mas grave con este idioma se encuentra en la pronunciación. "Como la mayoría de españoles", matiza. En esto está de acuerdo su amiga Nina, que ve grandes diferencias entre nuestro país y su Alemania natal, donde "la gente de mi edad y más joven hablan inglés perfectamente".

Joan Girón y Carmela Casanova son dos de los veteranos de un grupo que cada lunes varía tanto en número (desde seis hasta 20 o más) como en las propias personas que asisten. Sin embargo Carmela, economista de 46 años, suele ser fiel a su cita en el café desde hace ya dos años, cuando todo comenzó. La mujer reconoce que su nivel ha mejorado en este tiempo y apunta como su principal motivación para asistir cada lunes su afición por los viajes, para la cual el inglés es una herramienta muy útil.

También para Joan, profesor particular, resultan de especial interés estas charlas a tan sólo unos días de enfrentarse al examen del First Certificate, uno de los títulos oficiales de la Universidad de Cambridge al que cada año se presentan miles de valencianos.

Para ellos, como para muchos otros valencianos a los que el trabajo les impide acudir con regularidad a los estrictos horarios de una academia al uso, esta es una oportunidad de poder poner en práctica sus conocimientos del idioma en situaciones y conversaciones reales de manera gratuita, mientras se toman algo y conocen a otra gente con sus mismas inquietudes.

De hecho, estos grupos no surgen exactamente desde una vertiente pedagógica. Como señala Marc, dueño del Café Las Horas, "aquí cada uno habla como quiere y sabe; rápido, lento, mejor o peor pronunciado. Y nadie está en la obligación de corregir a nadie, aunque si alguien tiene una duda gramatical que los demás pueden resolverle se hace sin problemas, pero no es el objetivo de las charlas".

Ambiente políglota

Las tertulias suelen alargarse hasta las 22 horas más o menos. Pero la cosa no acaba aquí. Alguno de los participantes se dirige a continuación a The Lounge, un pub situado en pleno barrio del Carmen (Estameñería vieja, 2) que se ha vuelto bastante popular entre los turistas extranjeros que cada vez más visitan nuestra ciudad, aunque también entre el público local. Allí, también los lunes, es la noche del intercambio de conversación entre inglés y castellano, donde aquellos que acuden pueden poner a prueba su nivel mientras charlan con algún nativo.

Pero este local, con un espíritu muy internacional, no se limita únicamente a la lengua inglesa, la más popular entre aquellos que estudian idiomas. El martes es el día del intercambio francés-italiano-castellano, mientras que la noche del miércoles está reservada para aquellos que quieran hablar en alemán.

Además de estos dos ejemplos, otro grupo se reúne cada martes por la noche en el pub irlandés Black Sheep para hacer intercambios lingüísticos, junto a la Puerta del Mar. Ellos incluso tienen una página web en la que informan de sus actividades y se dan a conocer a futuros nuevos miembros (www.valenciaexchange.tk).

Hay, pues, opciones para casi todos los gustos y niveles. Sólo queda animarse a dar el primer paso de compartir una cerveza de la manera más internacional posible.

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