Buscan a una menor adicta a internet que desapareció hace tres días en Xàbia

Natalia y Bohdan están viviendo unos momentos muy angustiosos. La hija de este matrimonio de ucranianos, Khristina de 15 años, salió de su casa en Xàbia el martes por la mañana, como cada día, para ir al instituto. O al menos allí era donde se suponía que iba a ir, al IES Nº1, donde cursaba 3º de la ESO. Desde entonces no saben nada de ella. La Guardia Civil investiga el paradero de esta menor, adicta a internet, que desapareció hace tres días en extrañas circunstancias.

Esa mañana, como solía hacer, le había dado un beso a su madre y a su padre y mientras su este último estaba en la cocina preparándose el desayuno vio a la joven de refilón que se marchaba. De lo que no se dio cuenta era de que no llevaba consigo la mochila.

Y no solo eso. También salió de casa sin la cadena, los pendientes y el anillo que normalmente llevaba. No cogió dinero, ni tampoco su documentación. Sólo se llevó su móvil.

Esa tarde, al no encontrar a su hija en casa, Bohdan le llamó, pero la joven no contestó. En vista de que el tiempo pasaba y ella no regresaba acudió a la biblioteca para ver si se encontraba allí, pero nada. Por la noche, muy preocupado, decidió acudir a la Guardia Civil.

El dispositivo de búsqueda se puso en marcha y de momento no ha dado frutos. Los agentes se llevaron el ordenador portátil para analizar los últimos mensajes de la joven en las redes sociales en busca de pistas. Ayer la Benemérita pidió a través de las redes sociales la colaboración de todo aquel que pudiera aportar algún dato para localizar a Khristina.

Los padres, que llevan más de una década viviendo en esta localidad de la Marina Alta, también se movilizaron y prepararon un cartel con una foto reciente de su hija que repartieron en Dénia y Xàbia. Además quería llevar copias al centro comercial de Ondara e incluso a Benidorm. «Estamos destrozados y sólo queremos que Khristina vuelva porque la queremos mucho», dijo Natalia con una serenidad contenida que no podía ocultar su tristeza y desesperación.

Bohdan describió a su hija como una chica introvertida, cerrada y con pocos amigos. De hecho, la madre reconoció que no tenía amigos y que no había llevado a ninguno a casa. A pesar de que la joven llevaba tres años seguidos residiendo en Xàbia, «no creo que estuviera adaptada», añadió y reconoció que la relación era la típica de unos padres y una hija adolescente, con sus enfados y discusiones, pero luego se arreglaba.

De hecho, hace un par de semanas castigaron a su hija. La dejaron sin ordenador una semana porque pasaba demasiadas horas frente a la pantalla. Según su madre «era como una enfermedad». Como ejemplo, Bohdan apuntó que el castigo se debió a que se quedaba levantada con su portátil hasta las cinco de la madrugada y «eso no podía ser porque a las siete se tenía que levantar para ir al instituto».

Sin embargo, una vez recuperó el ordenador todo parecía normal. Su padre subrayó que todos los días les daba a los dos «abrazos y besitos» y que parecía que estudiaba más.

Un aspecto que no les acababa de gustar era la relación que su hija mantenía a través de la red con un joven de 21 años que vive en Alemania. Según señalaron, ese era uno los motivos que la mantenían tanto tiempo en el ordenador y que había provocado que se mostrara más cerrada. Tras su desaparición la madre se puso en contacto con él, pero este desconocía lo sucedido y les dijo que no sabía nada de ella.

Quien también está destrozado por la desaparición de la joven es su hermano mayor, de 19 años, que vive en Ucrania con sus abuelos. «Mi hijo está llorando mucho», reconoció Natalia. Toda la familia confía en que Khristina llame a sus padres o vuelva a casa pronto.