El Orihuela juega su propia Champions

Parte del éxito del Orihuela esta mañana reside en dejar su puerta a cero el mayor número de minutos posibles. Los oriolanos disputan a las 11.30 el encuentro de vuelta de la primera eliminatoria de promoción de ascenso ante el Unión Adarve. Desde que el cuadro de la Vega Baja se impusiera el pasado domingo la rivalidad ha crecido entre ambas instituciones, por eso quien consiga la victoria tendrá además un regusto más allá del pase a segunda ronda.

Los amarillos deben hacer valer su ventaja de 2-0 y frenar la salida en tromba de los madrileños, que intentarán recortar distancias en los primeros minutos. El equipo de Paco Onrubia tiene que dejar correr los minutos para que a su rival le entren las prisas. Esta es la estrategia de los escorpiones que han trabajado durante la semana en césped artificial y, sobre todo, la defensa aérea, que es la principal baza de los madrileños. El delantero Kike Mateo ha revelado esta semana que «es el mejor rival al que me enfrentado en Tercera División en el juego aéreo».

Se prevé un partido igualado en el que los oriolanos asumen que deben estar más atentos a las segundas jugadas y a la estrategia de los rojinegros. La plantilla se ha conjurado para no repetir errores como la falta de concentración que tuvieron en los primeros minutos de la ida. La responsabilidad de hacer un buen papel ante su parroquia le pesó a varios futbolistas, que estuvieron atenazados en los primeros cuarenta y cinco minutos. Por ello, esta mañana parten dos autobuses completos de aficionados amarillos hasta el campo de la Vereda de Ganapanes.

La semana comenzó más caliente de lo habitual después de que el combinado madrileño enviara a la Comisión Antiviolencia una declaraciones de Onrubia que auguraba un partido «en el que podía pasar de todo». Los oriolanos se quejaron en el primer encuentro de la permisividad del árbitro, mientras que los madrileños dijeron que el colegiado había decantado el partido. Fuera de polémicas arbitrales lo que es cierto es que Onrubia mantuvo una acalorada discusión con Lolo Escobar en el túnel de vestuarios. El manchego le recriminaba a su homólogo en el banquillo unionista que su equipo hubiera sacado un córner cuando Emilio había echado el balón fuera al estar lesionado.

Desde el entorno oriolano se entiende que el Adarve ha querido aumentar los grados para que el polideportivo Isla de Tabarca se convirtiera en una olla a presión. «Es la única forma que tienen de intentar remontar», apuntaban desde la directiva. No obstante, tanto el entrenador Onrubia como sus jugadores no han caído en las provocaciones y aseguran que solo van a participar en un partido de fútbol.

Por otra parte, la plantilla al completo se ha pronunciado esta semana para reclamar una subvención al Ayuntamiento de Orihuela. Los jugadores subrayaron que «pasan por una situación límite» y que se encuentra tres meses sin recibir sin nóminas. El equipo de gobierno del bipartito prometió entregar 60.000 euros al club, pero todavía queda la conformidad del interventor municipal que debe encontrar una fórmula legal para conceder dinero público.

En cualquier caso el Orihuela debe seguir en su escalada por subir de categoría con una trabajada victoria en Ganapanes y encarar la segunda ronda de ascenso a Segunda B con mayor tranquilidad.